La Argentina apeló el fallo que la condena a depositar US$ 1330 millones como garantía para honrar bonos de deuda impagos desde hace once años.
El Gobierno apeló fallo del juez Thomas Griesa ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York, la cual había aceptado la posición del magistrado acerca de que la Argentina había incumplido la cláusula denominada «pari passu» -que establece que hay que darles el mismo trato a todos los bonistas, hayan aceptado el canje o no- con los holdouts y le solicitó al magistrado que determine cuánto y cómo debía pagar el país.
«En el día de la fecha los abogados que representan a la República Argentina ante los estrados judiciales del estado de Nueva York presentan un escrito solicitando el tratamiento urgente para que se suspendan los efectos de la orden que Griesa otorgó el pasado miércoles», se lee en el comunicado del Ministerio de Economía.
La estrategia oficial fue apelar en su integridad la decisión de Griesa. Tanto en el fondo de la cuestión -la obligación de «tratamiento igualitario» a quienes rechazaron las dos reestructuraciones ofrecidas por el Gobierno- así como el mecanismo de pago dispuesto por el juez.
El Gobierno pidió «el mantenimiento de la medida cautelar de no innovar (stay) hasta tanto el proceso de apelaciones se pueda completar». Y denunció: «la fórmula propuesta por Griesa para llevar a la práctica la cláusula de pari passu».
La presentación argentina dice que el criterio del magistrado no puede aceptarse porque eso perjudicaría la posibilidad de que otros países lleven adelante «procesos de reestructuración de deuda con quita significativa, reducción de los intereses y extensión de los plazos de pago. También objetó el mecanismo de pago dispuesto por el magistrado neoyorquino e incorporará las posiciones de las distintas instituciones financieras estadounidenses que respaldaron la posición del país en ese sentido.
Ayer, un grupo de inversores con cerca de 1000 millones de dólares de la deuda reestructurada de la Argentina presentaron una moción de emergencia ante una corte de apelaciones de Estados Unidos para intentar anular el fallo del juez Griesa. Los bonistas esgrimieron que que la orden del magistrado pueda desencadenar otra cesación de pagos y dejarlos sin cobrar.
El juez de distrito estadounidense Thomas Griesa ordenó la semana pasada que la Argentina le pague de inmediato unos 1330 millones de dólares a los acreedores que rechazaron las ofertas de reestructuración de deuda hechas por el país.
«La moción aseguraría que continúen los pagos de intereses a los tenedores de bonos mientras se decide la apelación», dijo en un comunicado David Boies, un abogado que representa a los inversionistas que participaron en los canjes.