El ex ministro de Relaciones Exteriores, Juan Gabriel Valdés, se refirió a distintos temas que han surgido en la espera del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el diferendo marítimo entre Chile y Perú, a producirse el próximo 27 de enero, y proyectó cómo podría producirse la relación con el vecino país y con la región en el futuro gobierno de Michelle Bachelet.
El ex canciller señaló a Agencia UPI Chile que la sentencia del tribunal internacional debe ser entendida «como un trampolín para construir un escenario distinto con el Perú, distinto al histórico, que no esté basado en miradas al pasado ni en reivindicaciones de carácter limítrofe; por lo tanto, la ejecución de este fallo va a estar acompañada, espero, por una voluntad expresa de ambos países de cerrar para siempre toda reivindicación de carácter territorial».
Asimismo, afirmó que realizar una sesión secreta en la Cámara de Diputados para revisar el tema o un plebiscito en caso que el fallo sea adverso, son «propuestas que reflejan estados de ánimo más que información», a la par que enfatizó que «nosotros hemos sometido este tema junto con el Perú a la Corte de La Haya y accedimos a entender que los fallos de ésta son obligatorios, y eso es lo que nosotros tenemos que entender, cualquier otra situación me parece a mí que no corresponde».
Valdés rechazó también que se deban traspasar responsabilidades entre el gobierno actual y el anterior ante un dictamen adverso, debido a que «la forma en cómo se ha conducido la política exterior de Chile es bastante uniforme, tiene una cierta consistencia», dijo.
«Hoy día, lo que corresponde, es más bien hablar de lo que debemos hacer en el futuro con el Perú una vez que este fallo sea conocido, porque creo que allí es donde comienza efectivamente un escenario en el cual la voluntad de los dos países está comprometida», enfatizó.
PRÓXIMO GOBIERNO E INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
El ex ministro Juan Gabriel Valdés también proyectó cómo el futuro mandato de Michelle Bachelet podría abordar la política exterior con la región, destacando que el programa de la Presidenta electa «señala claramente un intento de recuperar una política latinoamericana que nosotros vemos como extraviada durante el periodo actual».
El ex secretario de Estado precisó que «esto significa otra relación con Brasil y Argentina, otra forma de buscar América Latina y de entender el proceso de integración latinoamericano y, desde ese punto de vista, naturalmente que hay muchas acciones que realizar, porque eso va a significar una política exterior activa».
«Hay una cantidad de espacios de integración en América Latina que requieren ser mirados porque, en realidad, no nos parece ni la sobre ideologización ni tampoco la dispersión y, por lo tanto, hay que buscar una manera de generar un proceso de integración que implique la participación de todos los países de la región y, sobre todo, de aquellos que hoy día tienen una dimensión mayor», añadió.
Respecto de si Bachelet debe persistir con la Alianza del Pacífico, replicó que «más que reducir relaciones, nosotros necesitamos equilibrar relaciones. América Latina tiene el Atlántico y el Pacífico y, por lo tanto, una política de integración tiene que ser equilibrada».
«La política de integración que se plantea es una política que va mucho más lejos de ese concepto de alianza. Va en un cuadro de integración regional real en que la región tenga una voz en lo que es un mundo crecientemente complejo y difícil de manejar para América Latina», manifestó.
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