El reloj marcaba la medianoche en París y la temperatura bordeaba los cero grados, pero aún así miles de personas seguían reunidas en la Place de la Republique, centro de la capital francesa, para despedir a las 12 personas asesinadas la mañana de ayer miércoles y repudiar el ataque de los supuestos tres fanáticos islamistas que terminaron con la vida de periodistas, caricaturistas y policías que rodeaban la oficina de la revista satírica Charlie Hebdo.