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La Reserva Federal abandona la «paciencia» pero mantiene el suspense


La Reserva Federal (Fed) mantuvo hoy el suspense sobre su anticipada subida de tipos de interés con un calculado mensaje sobre la proximidad del encarecimiento del precio del dinero, pero insistió en que actuará con flexibilidad en función del desempeño económico de EE.UU.

"Sólo porque hayamos eliminado (la palabra) 'paciente', ello no quiere decir que vayamos a ser impacientes", indicó en una rueda de prensa Janet Yellen, presidenta de la Fed, a la hora de decidir cuándo modificarán la tasa de interés, que se encuentra entre el 0 % y el 0,25 % desde 2008.

La palabra se había convertido en la pieza clave de los mensajes del banco central estadounidense.

De hecho, y hasta ahora, todos los comunicados recientes del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, que dirige su política monetaria, habían subrayado que el banco central estadounidense sería "paciente" de cara al alza de los tipos.

El pasado mes de febrero, en una comparecencia ante el Congreso, Yellen apuntó que la supresión de esta referencia indicaría que se analizaría el inicio del ajuste monetario reunión a reunión.

Las próximas reuniones de la Fed están previstas para abril y junio.

No obstante, la nota del organismo de hoy aseguró explícitamente que ve "improbable" que el encarecimiento del dinero se produzca en abril, por lo que este quedaría postergado como pronto para junio.

"No necesariamente tiene que ser en junio, pero es algo que no se descarta", aseguró Yellen ante los periodistas, en un clásico juego de palabras del enrevesado lenguaje de los banqueros centrales.

Donde sí fue más clara la Fed fue a la hora de valorar la evolución de la economía estadounidense en este comienzo de 2015.

En su actualización de sus pronósticos, sostuvo que el crecimiento "se ha ralentizado algo", y rebajó sus cálculos para 2015 a entre el 2,3 y el 2,7 por ciento, frente a la horquilla del 2,6 y el 3 por ciento de diciembre pasado.

Otro punto de debate es la cuestión de la inflación en EE.UU., indicador para el cual el organismo que dirige Yellen desde el año pasado se ha marcado como meta que se ubique en torno al 2 %.

Aunque la Fed proyectó que durante este año la inflación se mantendrá por debajo del 1 %, los gobernadores que componen el Comité de Mercado Abierto se mostraron "razonablemente confiados" en que la inflación volverá a su objetivo del 2 % "a mediano plazo".

Los economistas consideran que pese a que el fortalecimiento del dólar y los bajos precios del petróleo han contribuido a estas bajas presiones inflacionarias, se trata de un fenómeno transitorio.

Para 2015, la Fed proyecta una inflación de entre 0,6 y el 0,8 %, mientras que espera que se eleve a entre el 1,7 y 1,9 % en 2016.

Por lo que respecta al mercado laboral, las perspectivas son más positivas, y el banco central estadounidense redujo la tasa de paro para el cierre de este a año a entre 5 % y 5,2 %, por debajo del rango de 5,2 % y 5,5 % previsto en diciembre pasado.

Los mercados ofrecieron un juicio favorable de las palabras de Yellen, y Wall Street cerró la jornada con fuertes alzas, con el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, registrando un incremento de un 1,27 %.

La decisión de encarecer el precio del dinero por parte de la Fed tiene importantes implicaciones en la economía global, puesto que ya ha generado una apreciación del dólar respecto a las divisas de otras grandes economías como Japón y la zona euro, y ha incrementado la volatilidad financiera en las economías emergentes.

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