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Créditos Imagen: Agencia Uno
El estudio realizado por Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo establece cinco millones de electores habrían votado por obligación y no por voluntad en el plebiscito de salida en 2022 y en las votaciones al Consejo Constitucional el pasado 7 de mayo. En esta cifra, el 51% de ellos son hombres, un 32% son jóvenes entre 18 y 30 años y el 45% pertenece al estrato socioeconómico más bajo, además la gran mayoría no se encasilla en sectores políticos y desconfía del Estado como administrador.
De acuerdo al último estudio de Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo, alrededor a cinco millones de electores habrían votado por obligación y no por voluntad en el plebiscito de salida en 2022 y en las votaciones al Consejo Constitucional el pasado 7 de mayo.
Entre los cinco millones, el 51% de ellos son hombres, un 32% son jóvenes entre 18 y 30 años y el 45% pertenece al estrato socioeconómico más bajo.
“Para que se de este equilibrio, quiere decir que en los 5 millones de “votantes obligados” tenemos, en términos relativos, más hombres que mujeres, más jóvenes que adultos, y perfiles socioeconómicos más bajos que altos (clase media, media baja y baja)”, indica el estudio publicado en El Mercurio.
En el análisis se puede observar que el 61% de los “votantes obligados” no se identifica con ninguna posición política.
“Su identificación política es muy baja, y adhieren más a sectores políticos de derecha que de izquierda”, dice el documento.
Las conclusiones de Panel Ciudadano establecen que “la gran diferencia que muestran estos nuevos votantes, donde casi el 80% declara haber votado “Rechazo” y más del 40% entregó su preferencia a candidatos(as) del Partido Republicano, evidencian lo determinante que serán en el próximo plebiscito de diciembre”.
“Si bien tienden más hacia la derecha política que hacia la izquierda, la gran mayoría no se encasilla en sectores políticos. Sumado a que nuestros datos muestran que su apoyo al Partido Republicano vino de la opción “No sabe” en las encuestas, y más hacia finales de abril, se advierte un voto más circunstancial que ideológico. Su comportamiento electoral y en temas específicos no es anticipable”, agrega.
Y por último, “desconfían del Estado como administrador, se muestran más conservadores, más pesimistas y temerosos sobre el futuro cercano amenazado por la delincuencia. Creen que el gobierno no es capaz de protegerlos y les entregarían mayores atribuciones a carabineros”.
