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(Video) Diego Forlán terminó su romance con la Celeste

(Video) Diego Forlán terminó su romance con la Celeste

El mejor jugador de Sudáfrica 2010 anunció su retiro de la Selección Uruguaya, la misma que defendió con éxito durante 13 años. El delantero deja al equipo charrúa con la satisfacción de haber entregado todo por sus colores, donde tuvo la oportunidad de liderar un grupo que llegó lejos en un Mundial y que levantó una Copa América.


Lo entrevisté el miércoles 17 de octubre de 2001 (en estos tiempos es fácil encontrar fechas), en el Hotel Sheraton de Santiago. Diego Forlán integraba, por ese entonces y con 22 años de edad, la delegación de Independiente de Avellaneda que al día siguiente buscaría su clasificación a la segunda fase de la extinta Copa Mercosur.

Forlán, una de las figuras del Rojo de esos años, mostró en dicha conversación una humildad propia de un jugador con los pies bien puestos en la tierra. Ya se hablaba del interés del Manchester United por tenerlo en sus filas, pero él estaba concentrado sólo en su presente, porque -afirmaba- “ya habrá tiempo de pensar en el futuro”.

“Cachavacha”, como apodaron al delantero en Argentina a propósito de su parecido con la bruja de la historieta “Las Aventuras de Hijitus”, provocó estragos en ese duelo disputado en el Monumental. Fue lejos el mejor de la cancha, donde anotó dos goles a un Colo Colo que tenía entre sus filas a Gabriel Mendoza y Marcelo Espina. El 2-0 a favor del cuadro de Avellaneda eliminó al conjunto nacional.

El potente y rápido delantero comenzó a mostrar una particularidad en su juego: le pegaba muy bien al balón con la pierna izquierda y con la derecha, tanto en balones detenidos como en movimiento.

El anuncio de su retiro de la Celeste es un indicio claro de que se aproxima el término de su carrera. Debutó por Uruguay el 27 de marzo de 2002, mismo año en que convirtió su primer gol en un Mundial. Fue en Japón-Corea, ante Senegal, en un partido en que el cuadro sudamericano tenía la obligación de ganar para acceder a la segunda fase. El entrenador Víctor Púa no le había dado minutos en ese certamen, pero ordenó su ingreso en el segundo tiempo frente a los africanos, cuando la cosa parecía perdida (caían 3-0). Forlán le cambió la cara a su equipo, que terminó igualando el marcador.

Pero el Mundial de su consagración sería el de Sudáfrica 2010, donde condujo a su selección hasta las semifinales. Convirtió cinco tantos y fue distinguido como el Mejor Jugador del torneo.

Un año más tarde ganó la Copa América de Argentina, en un certamen donde “Cachavacha” ya no tuvo el mismo protagonismo, sin embargo, se las arregló para anotar dos goles en la final ante Paraguay.

Forlán defendió a la Celeste en 112 partidos, más que ningún otro futbolista de ese país. Convirtió 36 goles y disputó tres mundiales adultos y uno Sub 20.

Su sueño es finalizar la carrera en el equipo del que es hincha y donde, además, jugó su padre Pablo Forlán: Peñarol. Cumplir su anhelo sería coronar una trayectoria marcada por el éxito, después de actuar en Independiente, Manchester United, Villarreal, Atlético de Madrid, Inter de Milán, Internacional de Porto Alegre y Cerezo Osaka de Japón, donde exhibe su fútbol lejos de la presión y con una recompensa económica que asegura todavía más su futuro, ese que ya no lo tendrá más con la camiseta charrúa.

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