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[Opinión] El cambio en reparto de excedentes produce pánico

[Opinión] El cambio en reparto de excedentes produce pánico

Julio Salviat
Por : Julio Salviat Profesor de Redacción Periodística de la U. Andrés Bello y Premio Nacional de Periodismo deportivo.
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Solamente el temor a que Colo Colo Colo y la U formen una liga paralela impide terminar con la desigualdad que hace más fuertes a los poderosos y más vulnerables a los débiles en el fútbol chileno.


Le preguntaron al presidente de Colo Colo, Aníbal Mosa, cuál era la posición del club en relación al reparto de utilidades de la televisión. Y la respuesta fue tan esperada como lacónica: “Nosotros estamos muy conformes como estamos”.

Si le hubiesen preguntado al presidente de Universidad de Chile, Carlos Heller habría sido igual de categórico, breve y conformista.

Los que quisieron preguntarle al presidente de Universidad Católica, Luis Larraín, no tuvieron respuesta: el dirigente salió del Consejo de Presidentes del lunes tan enojado que no quiso hablar con nadie. Y todavía no le sale el habla.

Se juntaron los clubes del fútbol profesional chileno en Quilín para ver cómo será la distribución en los próximos cuatro años a partir del 1 de enero de 1916, y avanzaron muy poco. Lo único que se estableció con alguna claridad es que, si hay un perjudicado, ese será la UC. Por lo que se ha visto hasta ahora a la sede alba llegará el 9,5% (unos 3 mil millones de pesos), y a la de la U, el 8,6% (unos 2.500 millones). Los cruzados, que hasta ahora tienen el 6,9% (unos 2 mil millones), bajarían su cuota pero mantendrían bastante superioridad en relación a los otros trece integrantes de la Primera A, que tienen asignado un igualitario porcentaje de 3,8% (unos 1.200 millones) y que lo subirían un poco con lo que quiten a la UC. Los de Primera B, en tanto, seguirán conformándose con su escuálido 1,6% cada uno.

Como cada uno defiende sus intereses, los que están fuera del trío privilegiado claman por un aumento de sus porcentajes. Y los “grandes” prefieren que nada se mueva.

Argumentos no faltan, a favor y en contra. Colo Colo y la U se afirman en el hecho de que sus partidos son los que provocan mejor rating, y se sienten con el derecho a recibir mejores recompensas. Los “chicos” aducen que la repartición actual reafirma la tendencia tan arraigada en este país de hacer más poderosos a los grandes y más pobres a los chicos. Son varios los que sostienen que los excedentes de la televisión constituyen un fondo especial que debería ser repartido igualitariamente y que la diferencia de recursos debería producirse con las recaudaciones y los sponsors que consiga cada club.

Un vistazo a las principales ligas del fútbol podría dar pistas sobre cómo proceder en ese asunto:Si la diferencia entre el que más recibe y el que menos recauda por este concepto es en Chile de 5,7 puntos porcentuales, en Inglaterra es de apenas 2,1 (6,1% del Chelsea y el Manchester City contra 4,0 del Queens Park Rangers y el Burnley, ambos descendidos de la Premier League.

El Manchester United y el Arsenal reciben el 6%; el Liverpool, 5,7; el Tottenham Hotspur, 5,6; el Southhampton, 5,1; Everton, 4,9; Stoke City y Cristal Palace, 4,8; el Westham, 4,7; el Brownwich, 4,5; Leicester, 4,4; Sunderland 4,3, Aston Villa, 4,2; Hull City, 4,1.

Eso explica la calidad de la liga, la alternancia de los títulos, el equilibrio de los partidos, la pareja distribución de figuras.

En Alemania hay más desigualdad, pero tampoco llega a los niveles chilenos: Bayern Munich (8,7) y Paderborn (3,4) están en los extremos. Los escoltas del club de Arturo Vidal en este rubro son Borussia Dortmund 7,3), Shalke 04 (7,2) y Bayer Leverkussen (7.0). Y son esos equipos los que normalmente están peleando el título y participando en la Liga de Campeones de Europa.

Si se les resta porcentaje a albos y azules, no van a ser más pobres que los demás. Lo curioso, e inentendible, es por qué los demás clubes no se unen para conseguir lo que dicen merecer. El reglamento establece que se necesitan dos tercios de los votos para cambiar el sistema de reparto. Con 21 clubes que se muestren dispuestos, se arregla todo el asunto.

El problema parece ser que existe pánico de que blancos y azules concreten lo que han planeado tantas veces y creen una liga paralela.

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