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El origen del quiebre entre la ANFP y el fútbol femenino PAÍS

El origen del quiebre entre la ANFP y el fútbol femenino

Silvia Peña Pinilla
Por : Silvia Peña Pinilla Periodista de El Mostrador.
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Las relaciones entre la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y el fútbol femenino nunca han sido muy fluidas, principalmente por las condiciones miserables en que se desempeña la mayoría de los planteles femeninos. Pero una serie de acontecimientos la han horadado aun más, por ejemplo, la reducción del campeonato de Primera 2023, la demora en el inicio de la competencia de la Segunda B –que lleva 8 meses sin jugar– y la filtración del chat de presidentes de clubes, donde criticaban la “posición feminista del gobierno”. Pero lo que ha causado mayor conflicto ha sido la puesta en marcha de la Ley de Fútbol Femenino, que exige a los clubes tener, desde enero 2023, a la mitad de sus jugadoras con contrato. Casi todos los clubes “confundieron enero con octubre”, por ello la Dirección del Trabajo convocó a una Mesa para profundizar las relaciones entre los actores, explicar y fijar el alcance del texto. Sin embargo, terminó con fuego cruzado: “Las relaciones con las futbolistas están más quebradas que nunca” y “la ANFP no se someterá a otras instituciones”, señaló la subgerenta de Fútbol Femenino de la ANFP, Constanza Minoletti.


El pasado 23 de mayo se conmemoró el Día del Fútbol Femenino. Junto al plantel de Santiago Morning, que tiene al 50% de sus deportistas contratadas, se reunieron el ministro del Deporte, Jaime Pizarro, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, y la presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF), Iona Rothfeld, entre otras autoridades. Y aunque estaban invitados, no asistió ningún representante de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).

Y es que desde hace un par de meses –cuando entró en vigencia la Ley 21.436 (Ley de Fútbol Femenino), el 10 de octubre de 2022– las relaciones entre la ANFP y el fútbol femenino están más distantes que de costumbre. La comunicación se enfrió un poco más, la tarde del 21 de marzo pasado, cuando el cierre de la Mesa de trabajo para la implementación de dicha ley, convocada por la Dirección del Trabajo para aclarar la forma en que se debe aplicar, se convirtió en un round de declaraciones.

La legislación busca equiparar las condiciones laborales de las jugadoras de fútbol profesional a la situación contractual de sus pares masculinos. “Las entidades deportivas se encuentran obligadas a contratar a las jugadoras de fútbol profesional de categoría adulta en el porcentaje de gradualidad dispuesto en el artículo primero de las disposiciones transitorias de la Ley N°21.436, a partir del 1 de enero de 2023 y según lo expuesto en el presente informe. La base de cálculo para determinar la cantidad de jugadoras que deberán ser contratadas según lo dispuesto en el artículo primero transitorio de la Ley N°21.436, corresponde al conjunto de jugadoras inscritas y habilitadas, sean adultas o juveniles, que la respectiva entidad deportiva presente como plantel de jugadoras para competir en el campeonato correspondiente, en los términos indicados en el presente informe”, señala el texto.

Pero llegado el 1 de enero de 2023, no hubo muchos cambios. La razón: cada cual entendió la ley a su manera. Y muchos clubes alegaron que “creían que esto empezaba en octubre de 2023”. Entonces, la Dirección del Trabajo (DT), entidad que fiscaliza esta norma, creó una Mesa de trabajo para aclarar los pasos a seguir. En ella se incluyó a la ANFP, la Anjuff y el Ministerio del Deporte.

Debido a las discrepancias en la interpretación, la Dirección del Trabajo emitió el Dictamen Ordinario Nº329/11,  que fija el sentido y alcance de la ley que exige la celebración de un contrato entre las sociedades anónimas deportivas profesionales y las deportistas que sean parte del campeonato nacional femenino de fútbol. También, entre otros puntos, resume el calendario para hacer cumplir la contratación de las jugadoras: 1) el primer año calendario comienza el 1 de enero de 2023, por tanto, a esta fecha se hace exigible para las entidades deportivas la obligación de mantener contratadas al cincuenta por ciento del plantel de jugadoras; 2) el segundo año calendario se inicia el 1 de enero de 2024, por lo que las entidades deportivas deberán cumplir con la obligación legal de mantener al setenta y cinco por ciento del plantel de jugadoras contratadas; 3) el tercer año calendario se inicia el 1 de enero de 2025, por lo que deberán ser contratadas el cien por ciento del plantel de jugadoras de cada entidad deportiva.

Además, se entrega una larga explicación respecto a qué se refiere el texto con “jugadoras del plantel”. Al parecer, algunos “clubes confundidos” estaban contando como parte del plantel a directoras, secretarias y otras funcionarias para “hacer” el cupo.

Pelotazos cruzados

Según el acta de la reunión del 21 de marzo, a la que tuvo acceso El Mostrador, la idea de la Dirección del Trabajo era hacer un balance de la labor realizada y terminar con la instancia, pues ya se había pronunciado a través del dictamen. Sin embargo, la ANFP solicitó reconsiderar el documento, a lo que la DT respondió que se les responderá por conducto regular. La subgerenta de Fútbol Femenino de la ANFP, Constanza Minoletti, planteó que –a su juicio– “no se cumplió con el objetivo que dio origen a la Mesa, puesto que ellos no están de acuerdo con la resolución del dictamen, tanto en el aspecto jurídico como de fundamentación, y que consideran que hay un exceso de atribuciones por parte de la Dirección del Trabajo. Plantea que, hasta el día de la reunión, las partes no han sido formalmente notificadas del  Ordinario y, en razón de aquello, observan que el trabajo de la Mesa no ha sido pulcro y sienten una falta de prolijidad en el proceso. Finalmente, manifiesta que las relaciones con las futbolistas están más quebradas que nunca”, según quedó estipulado en el acta de la reunión.

Por su parte la presidenta de la Anjuff, Iona Rothfeld, “considera que siempre han estado un poco quebradas las relaciones entre las asociaciones, porque tienen visiones distintas. En este sentido, señala que el dictamen contesta claramente para su Asociación y que le sorprende que la respuesta al Ordinario sea la solicitud de una reconsideración y no el cumplimiento de lo resuelto. También acota que el trabajo de la redacción de la ley fue anterior y, por tanto, la DT interpreta dentro de sus competencias”.

Minoletti arremete que con su contraparte evidentemente tienen opiniones contrapuestas, “toda vez que defienden intereses distintos. Insiste en que la comunicación y los canales de contacto no han sido fluidos y que no están de acuerdo con la forma del pronunciamiento”.

En la instancia, la representante de las jugadoras, Camila García, apunta que aún no se han resuelto temas como: sistema de pases (incorporado en bases del contrato); la contratación de jugadoras de la Primera B y las fiscalizaciones al cumplimiento normativo de la ley. Y que al respecto solicitarán otro dictamen. A lo que la Subgerente de Fútbol Femenino agrega que la ANFP no se someterá a otras instituciones y destaca la facultad de autogobierno y autodeterminación que tienen como Asociación.

Finalmente, el jefe del Departamento de Relaciones Laborales de la Dirección del Trabajo, Luis Villazón, aclara que “las interpretaciones y definiciones en materia normativa están determinadas bajo esos criterios, por lo que no existen interpretaciones políticas. Indica que el objetivo de la Mesa era profundizar las relaciones y fijar el alcance de la ley y que dicho objetivo ya ha sido resuelto, sin perjuicio de que cualquiera de las partes solicite al Departamento Jurídico un pronunciamiento posterior”. Y termina precisando que “estamos en un Estado de Derecho y toda organización, por autónoma que sea, se debe a los márgenes legales y normativos que le competen. Y en ese sentido, la Dirección del Trabajo actuará en concordancia con las atribuciones que le son propias”.

Consultada la ANFP al respecto, no hubo pronunciamiento. La Anjuff, por su parte, tampoco realizó mayores comentarios, concentrándose en los hechos. “¿Cómo hablan de que hay un compromiso con el desarrollo del fútbol femenino? Si tienen a 22 equipos (la Primera B) parados más de la mitad del año. Vemos poco ánimo de cumplir con la ley, de pensar a largo plazo. Me parece insólito que no sean las autoridades, los dirigentes, los mismos clubes quienes estén empujando y abogando para que esto crezca, para tener un campeonato con estándar profesional”, dice Rothfeld.

El tema de fondo

A esto se sumó hace unos días la filtración –informada por La Tercera– de una conversación por chat entre algunos dirigentes de clubes profesionales, en el contexto de una discusión por la seguridad en los estadios. En esa reunión se analizó el planteamiento, por parte del Gobierno, de impedir el ingreso a los partidos de fútbol a los deudores de pensión de alimentos. Una idea que no gustó a algunos participantes como Juan Tagle.

A lo que el presidente de la ANFP, Pablo Milad, respondió: “Esto es política, querido amigo, propuesto por la ministra de la Mujer y Jaime Pizarro en reunión en la ANFP. Es porque al gobierno le gusta este tipo de eslogan que ayudará a sacar lo otro. Nada más que un caramelo”. Milad prosiguió, al ver que varios timoneles estaban en desacuerdo: “Eso no significa mucho en el momento de normar. Si conseguimos el apoyo del Estado eso será un pelo de la cola. Mi querido Juan (Tagle) este gobierno es populista y feminista. No se pierde el foco principal para nada”.

Para la presidenta de la Anjuff, solo “evidencia la perspectiva con la que se trabaja en la ANFP. Hay un tema de género de fondo. Claro, todos aparecen públicamente con iniciativa y comprometiendo apoyos, pero este chat muestra realmente cuál es la postura que tienen. Y cómo caricaturizan esta problemática, la llevan al chiste y luego acusan malas interpretaciones, cuando no hay espacio para interpretaciones”.

Agrega que de la misma manera sostienen la premisa de que el fútbol femenino no le importa a nadie. “Pero hay gente que pide horarios adecuados para ir a verlo, que sea transmitido. Y tampoco es problema de plata, porque se inyectaron más de $300 millones específicamente para impulsar el fútbol femenino. Pero solamente cuatro clubes (Universidad de Chile, Cobresal, Iquique y San Felipe) postularon a esos fondos”.

Dice que entre los resquicios que utilizan para retardar la contratación está no transparentar el número de jugadoras inscritas y contratadas. Hicimos la prueba, pero desde la ANFP no entregan las cifras y desde la Anjuff solo hacen cálculos de acuerdo a la información que entregan las jugadoras asociadas.

Así las cosas, tenemos que en Primera División hay 14 equipos, cada uno de los cuales debería tener entre 18 y 20 jugadoras. Y en Segunda son 22 equipos. Eso da un total de 648 (si tomamos equipos de 18) o 720 (si tomamos equipos de 20) jugadoras.

En la Anjuff cuentan con números informales de alrededor de 130 futbolistas con contrato. Sin embargo, se desconoce el 100% sobre el que se debe calcular la cuota 2023. Con esa realidad se acordó usar el número 18, que es el mínimo exigido para un plantel. O sea, este año cada equipo debería tener 9 jugadoras contratadas. “Igual es un número engañoso, porque clubes que están acatando la ley (U. de Chile, Santiago Morning, Colo Colo), tienen más del 50% de deportistas contratadas”, precisa Iona Rothfeld.

Según los cálculos anteriores, como solo ha comenzado el campeonato de Primera, coincide con los datos de la ANFP, que asegura que “más de la mitad de las jugadoras posee contrato al día de hoy”.

Ahora que se acaba de anunciar el comienzo del Campeonato de la Primera B para el 17 de junio, se podrá controlar cuántas de ellas están con contrato vigente. “Para nosotras era un resquicio, porque mientras no se inicie la temporada, la Dirección del Trabajo no puede fiscalizar si las jugadoras están o no con contrato”.

La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, confía en que se puede avanzar. “En los últimos años se ha demostrado que, al contrario de lo que se ha tratado de instalar, el talento en el fútbol femenino está y lo que falta es el apoyo y ahí todos tenemos un rol que cumplir: las instituciones públicas a través de la legislación y la política pública y, por cierto, los clubes, las hinchadas y todos los intervinientes en el ecosistema del fútbol”.

Queda pendiente el monto del contrato. Pocas superan el sueldo mínimo, muchas reciben 100 mil pesos.

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