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Créditos: EFE (referencial)
Jarry buscará su octavo triunfo consecutivo, pues antes de llegar a París se alzó con el torneo de Ginebra, derrotando en la final al búlgaro Grigor Dimitrov.
El chileno Nicolás Jarry pondrá mañana a prueba el gran momento que atraviesa en Roland Garros contra el estadounidense Marcos Giron, 75 del mundo, inesperado en esta fase de la competición.
El de Santiago ha superado los dos primeros duelos del torneo dejándose solo un set en el camino, ante el estadounidense Tommy Paul, favorito 16, el tiempo que necesitó para tomar la medida de un rival muy correoso.
“Cuando me situé fui capaz de imponer mi ritmo”, dijo Jarry, 35 del ránking, tras superar por vez primera en su carrera la segunda ronda de un Grand Slam.
La confianza del chileno está en niveles máximos y la preparación del duelo contra Giron está siendo minuciosa junto a su entrenador, Juan Ozon-Llacer, para tratar de llevar lo más alto posible su participación en este Roland Garros.
Jarry buscará su octavo triunfo consecutivo, pues antes de llegar a París se alzó con el torneo de Ginebra, derrotando en la final al búlgaro Grigor Dimitrov.
Muestra de su buen estado de forma, en el torneo suizo derrotó al noruego Casper Ruud, cuatro del mundo y uno de los jugadores más fuertes sobre tierra batida de los últimos años, y al alemán Alexander Zverev, finalista de Grand Slam.
El chileno podría volver a vérselas contra Ruud, finalista en Roland Garros el año pasado, si ambos superan los octavos de final.
Antes tendrá que superar a un rival que no ha encadenado tres triunfos en lo que va de temporada, pero que sobre la tierra batida de París ha jugado dos buenos partidos contra rivales correosos.
A sus 29 años también atraviesa un momento dulce y como Jarry se ha dejado un set camino de los octavos.
Jarry y Giron no han cruzado nunca sus raquetas. El chileno tendrá que elevar su nivel para seguir adelante en el torneo y, para entonces, todas las opciones son posibles.
