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Foto: Elvis González/EFE
De nada sirvió la línea de cinco que plantaron los caciques en el estadio Independencia. Nada funcionó en Colo Colo, que se vio sobrepasado por un rival que hoy ocupa el último lugar de la clasificación de la Liga brasileña.
El América Mineiro, colista en el Campeonato Brasileño, pasó este martes por encima de Colo Colo con una tanda incontestable (5-1) y un doblete del uruguayo Mastriani para meterse en los octavos de la Copa Sudamericana, instancia en la que se medirá con el Bragantino, también de Brasil.
El conjunto de Belo Horizonte, que estaba obligado a remontar el 2-1 de la ida, solventó la eliminatoria en menos de treinta minutos con los tantos de Matheusinho, por partida doble, y el primero de Gonzalo Mastriani.
Jordhy Thompson recortó distancias para el cuadro albo, pero Mastriani de nuevo y un autogol de Saldivia sentenciaron para la escuadra de Vagner Mancini.
Los planes del técnico Gustavo Quinteros se fueron al tacho de la basura demasiado pronto. La muralla defensiva con la que quiso asegurar la ventaja de la ida hizo aguas prácticamente en la primera llegada de peligro de los brasileños.
Todo empezó con un pase bombeado que puso a correr a Alê por la derecha. Sin oposición, avanzó y centró al área, donde esperaba Mastriani.
El ariete uruguayo remató como pudo ante la mala salida del portero. La pelota se estrelló en el travesaño, pero Matheusinho apareció desde atrás para rematar con la cabeza y empatar la eliminatoria de primeras. Empezaba otro partido.
El América parecía que bajaba el pistón con el 1-0, pero nada de eso. La pasividad de la zaga volvió a condenar a Colo Colo con una pérdida fatal en el centro del campo.
Varanda se plantó en la frontal del área y disparó duro. Fernando De Paul no pudo atajar el balón y gol de Mastriani al quite.
El golpe parecía definitivo, pero aún habría tiempo para un tercero antes del descanso. Una obra de arte de Matheusinho, que recibió en el pico del área, se fue de Saldivia, aguantó el marcaje de Fuentes y fusiló a De Paul.
Colo Colo seguía en su laberinto, intentando encontrarse. No lo hizo durante toda la primera etapa, incluso Matheusinho pudo marcar el tercero en su cuenta particular.
En el arranque de la segunda parte, De Paul salvó un mano a mano. Esa atajada imperial ante Matheusinho cobraría más sentido con el posterior tanto de Thompson, que había salido en el intervalo.
El delantero chileno cazó en el área un servicio picado de Leonardo Gil. Era la primera finalización del Colo Colo entre los tres palos y fue para dentro.
Al América le tocaba sufrir. El partido entró entonces en una fase nerviosa, de errores, hasta que Mastriani y Saldivia, en su propia portería, firmaron la manita para un América hoy espléndido.
