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El principal delator de la FIFA es suspendido de por vida

El principal delator de la FIFA es suspendido de por vida

El norteamericano Chuck Blazer, ex dirigente de la Concacaf, colaborador del FBI en la investigación de los escándalos de corrupción en el fútbol mundial, fue sancionado a perpetuidad por el Comité de Ética del órgano rector del balompié.


El escándalo de corrupción que remece al fútbol mundial sigue dado noticia.

A comienzos de semana fue la prohibición para el chileno Harold Mayne-Nicholls de ejercer cargos directivos durante siete años por pedir favores personales en el ejercicio de su cargo de inspector de países postulantes a mundiales.

Ahora se trata de la sanción a perpetuidad aplicada por la cámara de resolución del Comité de Ética de la FIFA en contra del estadounidense Chuck Blazer, ex miembro del Comité Ejecutivo del organismo y ex secretario general de la Concacaf, por incumplir repetidamente el Código Ético al participar en actividades ilegales.

Según comunicó la FIFA, el órgano que preside Hans-Joachim Eckert concluyó que Blazer durante su etapa como oficial de la FIFA tuvo un crucial papel en actividades que incluyeron la oferta, la aceptación, el pago y el recibo de pagos ilegales, comisiones y sobornos.

El castigo impedirá a Blazer participar en cualquier actividad ligada al fútbol y rige desde este jueves.

Su fundamentación son las investigaciones realizadas por el órgano de investigación del propio Comité de Ética en respuesta al informe final del Comité de Integridad de la Concacaf y a los cargos presentados por la justicia de Estados Unidos contra varios directivos de la FIFA.

La FIFA estima que Blazer violó varios artículos del Código Ético sobre las reglas generales de conducta (13), los principios de lealtad (15), confidencialidad (16), deber de información y cooperación (18), conflicto de intereses (19), oferta y aceptación de regalos y otros beneficios (20) y soborno y corrupción (21).

En mayo de 2013, el Comité de Ética de la FIFA decidió de forma provisional suspender, al menos hasta el final de ese año, las investigaciones iniciadas en contra de Blazer, principalmente por sus problemas de salud.

Ese procedimiento siguió a un informe de la Comisión de Integridad de la Concacaf, que acusó a Blazer y al ex presidente de ésta, Jack Warner, de malversar al menos de 57 millones de dólares durante el ejercicio de sus cargos como secretario general y presidente, respectivamente.

No obstante Chuck Blazer fue inhabilitado durante noventa días.

Después, en diciembre de 2014, la cámara de investigación del Comité de Ética resolvió levantar la suspensión y empezar nuevos procedimientos contra Blazer, que acabaron con su sanción a perpetuidad informada hoy.

Blazer es una pieza clave en las pesquisas que las justicias estadounidense y suiza desarrollan por probables casos de corrupción dentro de la FIFA y que motivaron la detención el 27 de mayo último de siete directivos de la organización, cuando iban a participar en el Congreso para la reelección de Joseph Blatter como presidente.

En 2011, debido a su gran fortuna -valorada en 22 millones de dólares ocultos en sociedades pantalla-y por posible evasión de impuestos fue objeto de una investigación en Estados Unidos y acordó colaborar con la justicia para evitar la cárcel.

Su confesión fue fundamental para los cargos que el Departamento de Justicia de EEUU presentó contra nueve directivos de la FIFA y otras cinco personas vinculadas a la organización.

Semanas atrás se desveló parte de su confesión al juez, en la que admitió haber ayudado a arreglar la concesión de varios mundiales (Francia 1998 y Sudáfrica 2010) y varias ediciones de la Copa de Oro.

Blazer logró evadir impuestos durante dos décadas como directivo de la Concacaf, que en una investigación interna en 2013 descubrió que había desviado fondos de la confederación para costearse dos apartamentos en Manhattan y viviendas de lujo en Miami y las Bahamas, entre otros bienes.

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