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En Talca los vándalos volvieron a convertir la fiesta en drama…

En Talca los vándalos volvieron a convertir la fiesta en drama…

La U ganaba 2-0 a Rangers cuando detonaron graves incidentes que forzaron a la suspensión del encuentro, que terminó con heridos, detenidos y cuantiosos destrozos en el estadio Fiscal talquino. Otra vergüenza…


De nuevo, la vergüenza se apoderó de un espectáculo deportivo y los vándalos impusieron su propia ley de violencia en el partido que la U ganaba por 2-0 a Rangers cuando se debió suspender el juego al término del primer tiempo.

El árbitro Jorge Osorio intento reanudar el encuentro, pero ya los incidentes habían desbordado todas las normas de seguridad y el referí no tuvo más salida que dar el pitado final en forma anticipada. La destrucción de una reja por parte de algunos hinchas azules había sido el preludio de una jornada de mucha agresividad latente, que continuó durante el entretiempo con la disputa por un lienzo entre los seguidores locales y los visitantes. Ese incidente derivó el el rompimiento de numerosas butacas del estadio, que luego fuerzan lanzados al campo de juego y utilizadas como instrumentos de agresión.

La trifulca desbordó a los carabineros y a los guardias privados destinados por Rangers a la seguridad del evento, y el balance fue una veintena de personas heridas de distinta consideración, numerosos destrozos en el campo deportivo y mucho terror en las familias y grupos de aficionados que terminaron escapando desde el estadio Fiscal…

El primer balance del intendente de la Región del Maule, Hugo Veloso, acabó oficializando el término prematuro del partido. «Se suspende el duelo debido a estos lamentables hechos de violencia. Era un primer tiempo como corresponde con muchas familias. Pero la hinchada de Universidad de Chile ubicada en la tribuna Andes comenzó a agredir a los hinchas de Rangers. La barra de la ‘U’ va a tener prohibido el ingreso al estadio Fiscal de Talca», sentenció la autoridad.

Del juego a la guerra

Durante los cuarenta y cinco minutos de cierta normalidad, la U fue plenamente superior a Rangers y con dos goles de Gustavo Canales estableció un 2 a 0 que, probablemente será el definitivo. El primer tanto fue un golazo por la maniobra previa con que el delantero eludió a dos marcadores por la izquierda antes de clavar un derechazo alto casi encima del arco. Y el segundo vino por la vía de un penal discutible, sancionado por el choque del portero local con el juvenil Diego González, que Canales ejecutó con certeza.

En su tercera victoria consecutiva, que le convierte en el equipo más llamativo y de rendimiento perfecto en la Copa Chile, la U lució un funcionamiento aplomado, con rendimientos ofensivos que van decantando la importancia individual de Rubio, Ubilla y Canales y un poderío colectivo que traduce el privilegio del contar con el mejor plantel de nuestro medio.

Ya virtualmente clasificada a la segunda fase, este domingo la U disputa la revancha con O’Higgins en el estadio Nacional, en un encuentro que -dada la disparidad de niveles- apenas ofrece como incógnita una eventual sanción a los hinchas azules y la segregación del publico.

Paradójicamente, hoy la U no ofrece dudas en la calidad de su juego ni mezquina la proyección de sus ilusiones, pero el vandalismo de ciertos grupos de hinchas le expone al escrutinio público y a esos temores ajenos a la cancha de estar jugando con «fuego»…

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