El mandamás de la UEFA oficializó su candidatura para liderar los destinos del fútbol mundial, cuyo proceso eleccionario se llevará a cabo en el Congreso Extraordinario del 26 de febrero de 2016, en Zúrich. El ex jugador de la Juventus por momentos se mostró disidente de la gestión de Joseph Blatter, pero también muy cercano en determinadas situaciones.
«Hay momentos en la vida en los que uno debe decidir su destino. Me encuentro en uno de esos instantes decisivos, una encrucijada entre la senda de mi vida y los acontecimientos que configurarán el porvenir de la FIFA«, expresó Michelle Platini, mandamás de la UEFA, en una carta enviada a los 209 presidentes de federaciones que integran la FIFA.
«Es una decisión muy personal, tomada con mucho cuidado, en la que he sopesado el futuro del fútbol y el mío propio. Es el resultado de las expresiones de estima, de apoyo y de ánimo que muchos de ustedes me han prodigado» afirmó el ex mundialista francés.
Respecto a la “perpetuidad” de los últimos dirigentes que encabezaron el organismo, el candidato también dedicó un párrafo: «En el último medio siglo la FIFA solo he conocido dos presidentes. Esta estabilidad encierra una especie de paradoja en un mundo sujeto a cambios y en un deporte que ha experimentado una transformación económica considerable. Sin embargo, los sucesos recientes obligan a la máxima institución que rige el fútbol mundial a reformarse y a replantearse su gobernabilidad«.
Platini muchas veces criticó la gestión de Blatter, sin embargo, mostró ambigüedad en determinados momentos, y tampoco denunció las malas prácticas pese a conocer de cerca todos los movimientos, fraudulentos o no, de los dirigentes de primera línea de la FIFA. Por lo mismo, su eventual triunfo en las elecciones del 26 de febrero supondría cierta continuidad en las políticas del organismo.
Cuando estalló el escándalo de corrupción, Platini pidió la renuncia inmediata del directivo suizo, sin embargo, cuando éste se impuso en las elecciones de mayo pasado, el francés dio una espectacular voltereta y respaldó al millonario vencedor: “Fue una decisión difícil, una decisión valiente, sabia y correcta. Nunca iba a poder descansar tranquilo, por más que tuviera o no la culpa del escándalo. El problema de la FIFA está en su sistema”.
El entonces férreo “opositor” felicitó a Blatter con un fuerte abrazo acompañado de una espontánea sonrisa, sin esconder ante las cámaras su felicidad por la continuidad del suizo en el sillón de Zúrich.
