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El fútbol chileno necesita un sahumerio

El fútbol chileno necesita un sahumerio

Julio Salviat
Por : Julio Salviat Profesor de Redacción Periodística de la U. Andrés Bello y Premio Nacional de Periodismo deportivo.
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Pocas veces se produjeron tantas lesiones graves en tan poco tiempo. La de Charles Aránguiz en la lejanía fue como un preámbulo para todas las que han necesitado quirófanos locales en las últimas semanas.


El drama de Charles Aránguiz fue como un anticipo. El eficiente volante de la Selección, flamante refuerzo del Bayer Leverkussen después de una aplaudida campaña en las competencias brasileñas y de brillante actuación en la Copa América, se cortó el Talón de Aquiles cuando se aprestaba a debutar en su nuevo equipo. Fue operado días después una prestigiosa clínica suiza y hoy se recupera con la esperanza de reanudar su carrera “en seis u ochos meses más”.

El lamento fue general. A la distancia se le deseó pronta recuperación y Jorge Sampaoli, el estratego nacional, debió echar mano a otras cartas –tal vez menos confiables- pensando en el amistoso con Paraguay de este sábado y en los ya cercanos partidos por las Clasificatorias al Mundial de Rusia 2018.

Lo triste en que en casa se produjeron dramas similares en cantidad inquietante. Pocas veces en la historia del fútbol local se produjeron tantas lesiones graves en tan poco tiempo.

El maleficio comenzó en la segunda fecha del torneo de Apertura con la grave lesión de Eliseo Miranda, un juvenil de 18 años que cumplía su segundo partido en el equipo superior de Huachipato y que había sido nominado como sparring de la Selección Chilena. Minutos después de ingresar en el partido contra Unión La Calera su rodilla se trabó en el pasto. Diagnóstico inmediato: fractura del polo interior de la rótula. Fue operado y tuvo que despedirse de las actividades futbolísticas de este año.

Algo muy similar le ocurrió a Fabián Carmona, volante de Universidad de Chile, en la reciente jornada por la Copa Chile: cinco minutos alcanzó a estar en la cancha, después de reemplazar a Renato González cuando su equipo perdía por tres a cero ante San Luis en Quillota. Le ocurrió lo mismo que al acerero: su rodilla quedó trabada en el pasto sintético del estadio Lucio Fariña, y sufrió la rotura de ligamentos y meniscos. Carmona será operado la próxima semana. “Estamos hablando de unos seis meses fuera de las canchas”, estableció Fernando Radice, el médico del club, en un comunicado oficial.

Otro azul que sufrió una lesión grave fue Guzmán Pereira. Curiosamente, su percance también ocurrió frente a San Luis, pero en el encuentro de ida por la Copa Chile. Al volante uruguayo se le diagnosticó fractura en el quinto metatarsiano. Una operación de ese tipo requiere de varias semanas de inactividad y otras cuantas de rehabilitación.

También fue al quirófano Andrés Robles, volante de Wanderers, aunque su recuperación fue más breve: sufrió fractura nasal al estrellar su cara contra la cabeza de Gonzalo Barriga, lateral de O´Higgins, quien a su vez terminó con su cabeza sangrando.

Los casos del porteño y el rancagüino formaron parte de la “fecha maldita”, la cuarta del Torneo de Apertura, que dejó siete víctimas de mayor o menor consideración. El más grande damnificado fue Paulo Garcés, arquero de Colo Colo, que se lanzó a los pies de un adversario en el partido de los albos con Iquique y terminó con luxación del hombro izquierdo. Para conseguir una recuperación más rápida, se le practicó una operación que consiste en “una reparación abierta, con una técnica llamada latarjet” según detalló Jorge Cheyre, el doctor de los albos. El mismo especialista estimó que pasarán entre cuatro y seis meses para que Garcés intente atajar de nuevo una pelota.

En ese mismo partido se lesión Martín Rodríguez, joven delantero proveniente de Huachipato, que comenzaba a afirmarse como titular en la invicto escuadra blanca. Sufrió un corte en el empeine que lo marginó del equipo. La sutura necesitó de varias semanas para cicatrizar.

Lesiones de menor gravedad, pero igual de preocupantes, sufrieron también en esa jornada los jugadores Gonzalo Espinoza, de Universidad de Chile, y Michael Ríos, de Universidad Católica.

En la jornada siguiente, el que hizo sonar las alarmas en la enfermería de Colo Colo fue Humberto Suazo: se retiró a los 8’ de juego en el partido con Antofagasta el sentir un tirón en el isquiotibial. No se ha dado un diagnóstico definitivo, pero los médicos albos son cautos porque “Chupete” sufrió un desgarro que lo dejó fuera del torneo de Clausura y temen que la lesión se repita.

Nadie se atreve a explicar el porqué de tantas lesiones serias. Pero el asunto parece una maldición. Y ya son muchos los que están pidiendo un sahumerio para ahuyentar el mal.

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