El suizo aplastó a Novak Djokovic en dos sets en una demostración de tenis de altísimo nivel y se convirtió en el primer clasificado a semifinales del Masters de Londres.
Que Roger Federer supere al serbio Novak Djokovic está dentro de las posibilidades. No en vano es el jugador que más veces le ha ganado y muchos lo consideran el mejor tenista de la historia. Pero que le gane de la manera en que lo hizo hoy en el O2 de Londres entra en la categoría de lo extraordinario.
Fue una humillación para el indiscutible número 1 del mundo. No sólo porque cayó claramente y en dos sets (7-5 y 6-2, en una hora y 17 minutos), sino porque la diferencia entre uno y otro por momentos fue abismal y porque el suizo se dio el lujo de ganar cada set quebrando el servicio de su rival.
Y esa pequeña revancha de las finales perdidas este año en el US Open y en Wimbledon se reflejó en una pequeña mueca de satisfacción al final del partido, una especie de sonrisa socarrona con la que parecía remarcar que sí, que todavía a los 34 años puede ganarle porque es un grande, un jugador espectacular que en una buena tarde puede pasar por encima de cualquiera.
Es que este “nuevo” Federer, mucho más agresivo con esas aproximaciones a la red fuera de protocolo y esos bote-pronto que sorprenden y acorralan, descontrola incluso al más pragmático. Hoy lo sufrió Djokovic, quien acabó ofuscado por no poder resolver el acertijo y por cometer tantos errores (semi) forzados.
Fue la tercera vez en el año que Federer pudo sacarse las ganas de vencer a Djokovic, pero seguramente en su fuero interno lamenta que haya sido en formato round-robin y que es probable que vuelvan a toparse, quizás en la final.
Le favoreció la cancha dura y bajo techo, pero sobre todo el hecho de tomar la iniciativa en cada punto, y tener el convencimiento de que en los pocos intercambios largos la balanza también se inclinaba a su favor.
Djokovic, con pocas luces y peores respuestas ante la crisis, se vio superado por la agresividad de Federer, que además ganó el 75% de los puntos con su primer servicio, que le funcionó con él quería.
De esta manera, además, el suizo incombustible se dio el placer extra de inclinar la balanza en su favor en el duelo personal ante el serbio, para ponerse 22-21 en sus enfrentamientos.
Mientras, en el primer partido de hoy, el japonés Kei Nishikori se impuso en dos horas y 29 minutos al checo Thomas Berdych, por 7-5, 3-6 y 6-3, en un partido de altibajos pero que manruvo la atención en todo momento.
En el primer set, estando 4-5 abajo, el nipón enrieló su juego por el mejor camino y con cinco games consecutivos no sólo se llevó el primer set, sino que también logró otro quiebre para estar2-0 arriba en la segunda manga.
Pero ahí vino lo mejor del partido, cuando Berdych reaccionó con amor propio y puntos de antología para devolverle la mano y se anotó cinco juegos seguidos para terminar equiparando en sets.
El japonés, que en la primera jornada del Grupo Stan Smith cayó catastróficamente por doble 6-1 ante Djokovic, tuvo que bogar contra corriente para encontrar un respiro que le permitiese tomar un nuevo impulso.
Y lo consiguió más por errores de Berdych que por aciertos propios, aunque sentenció la brega con un servicio impecable que ahorró suspenso.
Con estos resultados, el jueves deberán definir Djokovic y Nishikori al otro clasificado para el sábado. El serbio, con récord 1-1, se medirá con el checo, que llega 0-2. Mientras que el japonés, que va 1-1, buscará dar el golpe ante Federer y meterse por segunda ocasión consecutiva en semifinales.
Mañana, en tanto, se juega la segunda jornada del Grupo Ilie Nastase. A primera hora se medirán los ganadores del primer día: Rafael Nadal y Andy Murray, y luego los perdedores, Stan Wawrinka y David Ferrer.
