Así se llama el proyecto de origen escandinavo que promete traducir al instante los ladridos de tu perro, gracias a una especie de casco con sensores que detecta la actividad cerebral del can.
Sus inventores buscan financiación para poder llevarlo a cabo en una campaña en Indiegogo, donde buscan recaudar 100.000 dólares. Se puede conseguir el modelo más básico a partir de 65 dólares.