En momentos en que la policía griega intentaba movilizar a un grupo de refugiados lejos del puerto, un hombre le quitó su bebé a una madre y amenazó a los uniformados con lanzarles a la pequeña de sólo unos pocos meses. Los oficiales lograron controlar la situación y la niña pudo ser regresada a los brazos de su progenitora.