Poca gente pasa por este majestuoso boulevard, atravesado por 12 enormes palmeras y bordeado por frondosos naranjos e imponentes edificios construidos en el siglo XIX.
«Acá ya no hay nadie».
Con esas palabras los habitantes de Ernestina, en la provincia de Buenos Aires, añoran los tiempos en que el teatro y la estación de tren funcionaban.
Pero debido a la urbanización, la caída de la industria agrícola y el cierre de las ferrovías, la mayoría de la población se fue y dejó el pueblo casi abandonado.
El corresponsal de la BBC en Argentina, Daniel Pardo, estuvo allá.