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Un golpe. Después otros. En la cara, en el vientre y en la cabeza.
Finalmente el joven, desarmado y sin ofrecer ninguna resistencia, cae al suelo y es reducido por los policías que le rodean.
Es lo que muestran las imágenes de una cámara de videovigilancia que el Departamento de Policía de Mesa, una ciudad en las afueras de Phoenix, en el estado de Arizona, en EE.UU., acaba de publicar.
La agresión aconteció el pasado 23 de mayo y el hombre que recibió los golpes fue identificado como Robert Johnson.
Según el diario local Arizona Republic, los agentes habían respondido a la llamada de una mujer en dificultad y encontraron a Johnson y a su amigo Erick Reyes.
Mientras la policía interrogaba a Reyes, le pidieron a Johnson que se alejara y se sentara. A la negativa de Johnson, los agentes empezaron a golpearle para reducirle.
No es la primera vez que la policía de Mesa es cuestionada por sus métodos.
En febrero pasado una mujer de 84 años denunció una agresión por parte de agentes de la ciudad, y en 2016 un policía de la ciudad fue incriminado por el homicidio de un hombre mientras estaba realizando una operación.
Según una investigación del Washington Post, son 454 las personas asesinadas a tiros por la policía en 2018.
