El registro ya ha sido visto más de 140,000 veces.
El 13 de agosto la concejala de Sonoma Rachel Hundley recibió un correo electrónico anónimo en donde le pedían salir de la contienda a cambio de no hacer públicas fotos de ella en ropa interior. La amenaza ocurrió en plena campaña electoral.
La respuesta que entregó Hundley terminó impulsando su campaña política y es que la concejala de 35 años manifestó no sentirte avergonzada: «Lo que fue especialmente perturbador en esta era del #MeToo (movimiento contra el acoso y el abuso sexual de las mujeres) fue el intento de avergonzarme por celebrar mi cuerpo», expresó en un video de 4:22 a través de YouTube, que ha sido visto miles de veces.
«En lugar de debatir conmigo sobre importantes temas que enfrenta Sonoma, hoy mi familia ha sido amenazada por quiénes son mis amigos y lo que elijo vestir», es parte de los reclamos que manifiesta en la grabación y además, trata de cobardes sin nombres a quienes están detrás de una extorsión.
Hudley continuó su descargo manifestando que por mucho tiempo ha sido bien visto controlar a las mujeres diciéndonos qué está bien vestir, decir y hacer. Las mujeres fuertes han peleado contra estos dobles estándares y la hipocresía por años.
Por la misma razón, la política finalizó: «este año no solo compito por el futuro de nuestra ciudad, sino por cada mujer y hombre que han sido avergonzados por ser ellos mismos».
El sitio web con el cual la amenazaron y que ha sido eliminado se titulaba ‘Rachel Hundley Exposed (expuesta)’. Según la concejala, la página se quejaba por su postura en cuestiones divisivas siendo alcalde de Sonoma. La amenaza incluía las fotos extraídas de sus redes sociales, incluyendo algunas mostrándola en ropa interior y trabajando en el conocido festival de arte y música Burning Man, del cual afirmó estar orgullosa por su participación.
«Su propósito es avergonzarme para silenciar la voz de otra mujer fuerte, para asustarme, sacarme de esta elección y negarte a ti el derecho de tomar una opción», señaló Hundley, quien le dijo al diario The Washington Post que lejos de afectarla, su video en YouTube tuvo una respuesta positiva. A raíz de este, voluntarios se sumaron a su campaña poniendo carteles de apoyo en los jardines y organizando eventos para recaudar fondos.
«Una vez que el video fue publicado en Internet sentí que había hecho lo que necesitaba», declaró ella al mismo medio. «Hablar sobre este hecho elimina todo el poder que tiene», agregó.
«El Internet puede ser un lugar extraño y fascinante. Orgullosa de haber compartido mi mensaje y motivada de ver tantas personas queriendo tener esta conversación», escribió en su cuenta de Twitter.
