La decisión de la UDI concitó de inmediato la reacción en las filas de la oposición y de la propia parlamentaria, quienes catalogaron la acción como una maniobra “miserable” y parte del “lobby impúdico” en el que incluyen a la Suprema e, incluso, al Presidente de la República. Carmen Hertz le pidió a Javier Macaya, jefe de bancada gremialista, quien intenta recusarla: “No diga ignorancias, lea bien la Ley Orgánica de Congreso Nacional y la Constitución, es lo menos que se le puede pedir a un diputado».
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