A través del teatro físico y utilizando una estructura de acero de 5 metros de alto, la Compañía Ciklos Organismo Teatral presenta la obra El señor de las Moscas, adaptación de la novela de William Golding. La obra se presenta hasta el 6 de junio en la Cúpula del Parque O’Higgins.
En 1954 el escritor británico William Golding, premio Nobel de Literatura 1983, publica su primera novela, el Señor de las Moscas, un relato desgarrador donde profundiza en una de sus temáticas favoritas: el comportamiento humano y la existencia del mal.
A través de la historia de un grupo de niños que naufraga en una isla desierta, Golding hace un recorrido por la mente humana, y de qué manera esta es corrompida por el poder, mostrando descarnadamente el paso de este grupo de niños de entre 6 y 12 años, de la inocencia a la barbarie.
Se trata de una historia intensa, donde cada personaje planteado por Golding encarna la esencia del ser humano y sus valores, construyendo una especie de fábula de la humanidad. La carencia de una imagen adulta en la isla lleva a los niños a asumir el control de sus propios destinos, y ante esta tarea, van apareciendo los distintos perfiles humanos que componen nuestra sociedad, y que en definitiva llevan esta historia de niños a convertirse en una radiografía de la conducta humana.
La metáfora del miedo es quizás una de las más potentes de la historia, pues la presencia de una bestia en la isla logra desestabilizar al grupo, hasta llevarlo a los más irracionales actos de violencia y enajenación. La reflexión de Golding es precisamente que esta bestia no es un factor externo, sino más bien un demonio generado al interior del grupo: "quizás la bestia está entre nosotros".
La razón, la violencia, la ambición, la sabiduría, la compasión y el poder se conjugan para dejar en evidencia los males que nos acechan como seres humanos, y que tienen su origen precisamente en nosotros mismos. El bien y el mal encarnados en un grupo de niños que se enfrenta al desafío de sobrevivir.
Lord of the Flies, título original de la novela de William Golding ha sido llevada al cine por Peter Brook en 1963, y posteriormente en 1990 por el director Harry Hook. Y es precisamente a estas representaciones que alude el montaje presentado por Ciklos Organismo Teatral.
Su propuesta radica en llevar a las tablas una adaptación libre de este texto a través del teatro físico, dando origen a un montaje lleno de energía y movimiento. Mediante dos torres de acero de 5 metros, un dinámico juego de luces y sombras, y el permanente recorrido de los actores a través de la estructura, el montaje recrea una sensación cinematográfica de escenas en constante movimiento, lo que remite a algunas imágenes de la película, jugando con los planos y ejes de acción.
En este intento por desarrollar un teatro más cinematográfico, los actores utilizan diversos recursos visuales, los que a la larga predominan en la representación de la obra de Golding, por sobre el trabajo actoral y la interpretación de algunos personajes en los que recae la potencia del texto. A pesar de esto, la puesta en escena y la historia se complementan para construir una innovadora y dinámica presentación de la obra de Golding, cuya fuerza radica en la reflexión que hace el autor a través de los personajes.
Este, el tercer montaje de Ciklos Organismo Teatral, es fruto de un año de trabajo e investigación por parte del grupo de jóvenes actores que lo componen, y que trabajan en conjunto desde 1999. En "El Señor de las Moscas", bajo la dirección de Alvaro Morales Lifschitz (y Ciklos), el variado grupo de personajes infantiles es representado por Francisca Lara, Diego Medina, Pablo Garrido, Gonzalo Mora, Cristian Garín, Rodrigo Mora e Iván Tomasevic.
En medio de un gran despliegue físico y técnico, los personajes atraviesan por momentos de juego, humor, ternura, tensión, peligro y dramatismo, construyendo una atractiva oportunidad para recorrer los oscuros rincones de la condición humana a través de una fábula apasionante.
