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Mesa logra acuerdo de gobernabilidad y se mantiene en presidencia de Bolivia

Congreso boliviano rechazó dimisión del mandatario, con lo que evitó una crisis social y política que habría roto la estabilidad en América Latina. En Chile, analistas y parlamentarios piensan que la situación con el vecino país no sufrirá variaciones, sobre todo en el tema de la reivindicación marítima.


El Congreso de Bolivia, en forma unánime, rechazó la noche del martes la renuncia de ese país, Carlos Mesa, y ratificó un pacto de gobernabilidad que incluye a los líderes de la mayoría de los grupos parlamentarios.



Mientras los legisladores resolvían la situación de Mesa, quien la noche del domingo presentó su renuncia, en las afueras del Congreso una multitud vitoreaba y apoyaba al dimitido mandatario, que condicionó su permanencia a la aprobación de una ley de hidrocarburos "que no haga inviable al país" y al término de los bloqueos en las carreteras.



La jornada fue de completa confusión en Bolivia. Si a las 15 horas de ayer se pensaba que había un acuerdo para rechazar la renuncia y que se aceptaba su petición de cuatro puntos para hacer gobernable el país, la situación tuvo un giro radical con el correr de los minutos.



El Congreso estaba en problemas, pues no sólo debía dar su respaldo a Mesa, si no que también aprobar el pacto, que incluye una ley de hidrocarburos razonable, reglas claras para establecer una Asamblea Constituyente, el referéndum sobre las autonomías y el tema de la elección de los prefectos.



El inicio de la sesión estaba previsto para las 17 horas de Bolivia, pero en esos instantes el gobernante altiplánico se encontraba reunido con todos los jefes de las bancadas parlamentarias, en las cercanías del Banco Central. Ahí se llegó a un principio de acuerdo, que fue ratificado en la noche por la unanimidad del Congreso.



Mesa seguirá gobernando, pero ahora con el consenso de todos los partidos, a excepción del Movimiento Al Socialismo (MAS) y el Movimiento Indigena Pachakuti, que rechazaron el acuerdo y abandonaron la sala legislativa tras la votación. El MAS, dirigido por el líder cocalero Evo Morales, amenazó además con seguir alentando a las protestas y los bloqueos en el país.



Temor a renuncia irrevocable



El director de Maestría para el Desarrollo de la Universidad Católica de Bolivia, Gonzalo Chávez, comentó que en varios momentos se pensó que no se lograría un acuerdo, lo que habría provocado que Mesa presentara su renuncia irrevocable.



Según la Constitución boliviana, este escenario habría obligado que asumiera el presidente del Senado, el centroderechista Hormando Vaca, pero éste ya había anunciado que no estaba dispuesto, por lo que la sucesión pasaba a al timonel de la Cámara, Mario Cossio, del Movimiento Nacionalista Revolucionario.



Según el académico, este parlamentario "tendría muchos vetos", por lo que finalmente ocuparía la presidencia el titular de la Corte Suprema, Eduardo Rodríguez, quien gozaba con la ventaja de poder llamar a elecciones dentro de un plazo de seis meses, facultad que no tienen Vaca ni Cossio.



En ese escenario, los cuatro posibles candidatos habrían sido el ex presidente Jorge Quiroga, de la centroderechista Acción Democrática Nacionalista, el líder del Movimiento al Socialismo, Evo Morales, el empresario Samuel Doria Medina, que fundó su propio partido, Unidad Nacional, y probablemente Manfred Reyes Villa, jefe de la derechista Fuerza Republicana.



Sin embargo, el académico estimó que la disputa se habría concentrado entre Morales y Quiroga, y que ambos "tendrían posibilidades interesantes".



«Evo Morales, si quiere ser presidente de Bolivia, debe tener una visión de estadista donde los problemas se deben tratar en el ámbito de las relaciones internacionales, obviamente defendiendo los intereses nacionales sobre todo en este tema tan crucial como es la salida al mar", señaló.



¿Y con Quiroga cómo serían las relaciones con Chile?
-Quiroga es uno de los presidentes que más ha avanzado en su relación con Chile y creo que igual el tema del mar va a estar presente. A pesar de las crisis y la inestabilidad que hay en Bolivia el tema del mar es un eje central de la política exterior de cualquier gobierno, independientemente si es de izquierda o derecha.



-Toda esta situación complica la relación con Chile
-Todo este desequilibrio político que existe en Bolivia afecta a la relación con todos los países del mundo, incluido Chile, porque es difícil tener una conversación a largo plazo. Uno de los elementos centrales en la política externa de nuestro país tiene que ver con la reivindicación marítima. Esa constante va a condicionar en el marco de una política de más integración comercial y energética.



Prudencia en Chile



En Chile todos se manejan con cautela, ya que nadie quiere que su opinión sea vista como una intervención en asuntos internos de otro país. Para el diputado Jorge Tarud (PPD), "Mesa hizo una renuncia con elástico para tratar de conseguir el apoyo del Congreso y por eso está pidiendo el apoyo a la ciudadanía a todos los medios, para que presionen a los diputados y le den el apoyo".



A su juicio, con el rechazo Mesa se afirmará en la presidencia y Evo Morales estará obligado a negociar. En cambio, agregó el parlamentario y ex embajador chileno, si ocurría lo contrario, se generaría una "inestabilidad interna".



Con todo, indicó que "Chile debe abstenerse de dar opiniones sobre la situación interna boliviana, pero ciertamente debe seguir muy de cerca los acontecimientos para las acciones políticas que hará que emprender a futuro".



-¿Cómo se manejarían las relaciones entre Chile y Bolivia
-Nosotros no debemos intervenir porque cualquier opinión proviniendo de Chile solo podría agravar aún más la situación y ellos juegan un sentimiento antichileno. Tienen un magister en emplear el populismo antichileno, así que es mejor abstenerse de que las autoridades del gobierno de Chile den cualquier opinión sobre la situación interna.



Más diplomático aún fue el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Sergio Romero (RN), quien cree que "la situación con nuestro país no debería cambiar y, muy por el contrario, nosotros somos parte de América del Sur y la situación que ocurre en otras naciones nos inciden. Debemos respetar la trascendencia y autonomía de Bolivia".



Sin embargo, consideró que "cuando uno está estableciendo una nueva relación, en el caso de Chile y Bolivia, lo deseable es que hubiese una calma institucional. Ya que se facilitan los contactos siempre".

Relaciones sin cambios



Para el analista internacional Ricardo Israel "cualquiera sea el escenario es una situación complicada para Chile, por eso han hecho bien las autoridades de mantener el mayor silencio posible"



Israel cree que continuará la "inestabilidad e ingobernabilidad" en Bolivia. La apuesta de Mesa, dijo, "es que no le conviene a nadie su salida ya que su reemplazante sería Hormando Vaca, un centro derechista y no un equilibrista como el presidente".



Por otra parte, estimó, Evo Morales tiene una estrategia de buscar cualquier medio para llegar al Palacio Quemado. "Morales es un actor que tiene ambiciones claras que son subvertir a Bolivia, de movilizar todo lo que puede para que eso le de el respaldo de llegar al Gobierno", consideró.



-¿Cómo serán las relaciones con Chile?
– Las relaciones con Chile van a seguir siendo tirantes. Si Mesa logra las bases de un acuerdo nacional, uno de los puntos será el acceso soberano al mar. Las relaciones no van a cambiar significativamente. Si hay un acuerdo una de las bases será mayor racionalidad económica, porque es ilógico que hoy quieran expulsar a la empresa extranjera y están sentados en tanta riqueza de gas y petróleo.



-¿Y ahí qué pasaría?
-Si hay mayor racionalidad económica probablemente vamos a tener una situación política conflictiva, pero vamos a tener relaciones económicas mejores. Hay algo que no entendemos de los bolivianos que es cuan irrenunciable es el tema del mar y cuan emocional es el tema para ellos. Nada que haga Chile que no sea la entrega del mar, cosa que jamás lo hará, va a permitir resolver el tema. No es tan distinto al tema israelí palestino en el que uno espera del otro algo que no está dispuesto a darle. Son diálogos de sordos. Bolivia va a seguir con su estrategia de darle salida al mar y si hay un acuerdo nacional obviamente deben sanearse las finanzas públicas y Chile es un cliente cercano y cumplidor. En ese sentido hay un mayor acercamiento económico, que nos conviene a nosotros, ya que nuestros clientes en el norte son bolivianos.



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