El enfrentamiento más grave tuvo lugar en el conflictivo distrito de Musa Qala, situado en la sureña provincia de Helmand, donde las tropas afganas e internacionales mataron a ocho insurgentes.
Afganistán vivió un sangriento día de Año Nuevo con la muerte de 13 talibanes y un soldado, además de la detención de otros 30 supuestos insurgentes, informó este miércoles el Ministerio afgano de Defensa.
El enfrentamiento más grave tuvo lugar en el conflictivo distrito de Musa Qala, situado en la sureña provincia de Helmand, donde las tropas afganas e internacionales mataron a ocho talibanes.
En la provincia de Khost (este), dos supuestos insurgentes murieron al explotar una mina que intentaban colocar en el distrito de Sabari, donde además murió otro insurgente en un combate contra las tropas, según un comunicado.
La explosión de otra mina acabó con la vida del dirigente insurgente Abdul Jabar y de un acompañante en el distrito de Panjwayi, situado en la conflictiva provincia de Kandahar.
Además, en un enfrentamiento acaecido en la provincia central de Parwan, un soldado perdió la vida y otro resultó herido en el transcurso de una emboscada de los rebeldes contra su convoy.
En el comunicado, el Ministerio de Defensa informó de que las tropas gubernamentales se defendieron de los supuestos talibanes, aunque no precisó si éstos sufrieron bajas.
Además, unos 30 supuestos insurgentes fueron detenidos en el día Año Nuevo: 23 fueron arrestados en el distrito de Maidan Shar, en la provincia central de Wardak (centro), y los otros siete en Khost.
El año 2007 fue el más sangriento desde que comenzó la invasión internacional de Afganistán, con unos 17 muertos diarios víctimas de la violencia.
EFE
