Las conversaciones, que se iniciaron en enero de 2007 de la mano del entonces jefe del ejecutivo, el conservador Jaroslaw Kaczynski, parecen estancadas desde que los liberales asumieron el poder, en las elecciones de octubre del pasado año.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió este lunes que Polonia aceptará ser base del escudo antimisiles norteamericano sólo si Washington acepta sus condiciones, que fundamentalmente pretenden que EEUU colabore en la modernización del Ejército polaco y en la seguridad militar del país.
«O nuestras condiciones y nuestros requerimientos son tenidos en cuenta, o no habrá escudo antimisiles en nuestro territorio», aseguró Tusk a la emisora pública Polska Radio.
Las declaraciones del primer ministro polaco se producen dos semanas antes de su viaje a los Estados Unidos para discutir esta cuestión, y después de que la prensa local haya barajado la posibilidad de una posible ruptura de las negociaciones debido a los desacuerdos entre Varsovia y Washington.
Lo cierto es que las conversaciones, que se iniciaron en enero de 2007 de la mano del entonces jefe del ejecutivo, el conservador Jaroslaw Kaczynski, parecen estancadas desde que los liberales asumieron el poder, en las elecciones de octubre del pasado año.
El gobierno de Tusk ha insistido en distintas ocasiones en que EEUU debe compensar debidamente a Polonia en el caso de que se instale en este país el sistema balístico, ya que supondría un notable incremento del riesgo de ser objetivo de ataques terroristas.
Entre esas compensaciones se incluiría una generoso aporte a la modernización del ejército del aire polaco, incluido el suministro de material militar de alta tecnología.
El mensaje de los liberales en este momento de las negociaciones es claro y simple: sólo habrá aceptación si Polonia se beneficia de este escudo antimisiles, en caso contrario no habrá acuerdo.
EEUU pretende instalar diez bases de misiles interceptadores en Polonia y su sistema de radar controlador en la República Checa, con el objetivo de evitar posibles ataques que puedan partir de alguno de los países del llamado «Eje del mal».
EFE
