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Zapatero se vacuna contra el triunfalismo y Rajoy apela a los descontentos

Presidente del gobierno español sostuvo que hay que lograr que los próximos cuatro años «sean un tiempo político distinto, donde la crispación pase a ser un mal recuerdo, la descalificación la excepción, las buenas formas la manera habitual de comportarse y, en definitiva, que sea la legislatura de la convivencia, el sosiego y la tranquilidad».


A cuatro días de las elecciones, el jefe del gobierno español y candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder conservador, Mariano Rajoy, dedicaron este miércoles la jornada a alertar contra el triunfalismo y buscar el voto de los descontentos.



Zapatero quiso frenar el disimulado optimismo que hay en sus filas por el resultado de su debate televisado con Rajoy el pasado lunes (del que salió vencedor según todas las encuestas) y por los sondeos que otorgan al Partido Socialista (PSOE) una ventaja de 4 puntos en la intención de voto sobre el Partido Popular (PP).



«Decir que esto está hecho sería falso. Esto está por ganar», dijo el líder socialista en un encuentro con periodistas, ante los que reconoció que aunque el Partido Socialista (PSOE) ha logrado movilizar a sus votantes Rajoy sigue siendo «un rival difícil».



Zapatero rehusó hacer pronósticos o hablar de una eventual mayoría absoluta -«a tres días (de los comicios) es delicado»- y subrayó que los socialistas no están buscando este domingo «dar una lección al PP» tras la tormentosa legislatura pasada.



Hay que lograr, manifestó, que los próximos cuatro años «sean un tiempo político distinto, donde la crispación pase a ser un mal recuerdo, la descalificación la excepción, las buenas formas la manera habitual de comportarse y, en definitiva, que sea la legislatura de la convivencia, el sosiego y la tranquilidad».



En tono conciliador, afirmó que atribuir toda la responsabilidad de la crispación al PP sería «poco objetivo» y abogó por mejorar el diálogo con los conservadores en la próxima legislatura.



Zapatero dijo llevar bien el fuerte ritmo que marcan estas dos semanas de campaña electoral, durmiendo sus habituales seis o seis horas y media, y aseguró estar preparado también para la derrota.



«En democracia lo primero que tienes que aprender es a estar preparado para no ganar. Eso te hace ser más demócrata», dijo.



Tras hablar por primera vez en campaña con los periodistas que siguen su caravana, el candidato socialista se reunió en Madrid con los artistas e intelectuales que han creado la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ), en un acto en el que se añadieron los respaldos de José Saramago, Daniel Barenboim y Carlos Fuentes, entre otros.



Rajoy, por su parte, estuvo en Cataluña, una región donde el PP es la cuarta fuerza política con menos del 20 por ciento de los votos, y apeló al voto de los descontentos en los últimos cuatro años, de los que «no entienden nada de lo que está pasando».



«No entienden nada, porque es difícil entender lo que ha pasado», dijo el candidato conservador, quien se dirigió a los votantes y simpatizantes socialistas para decirles que «el PP les plantea un gobierno que genere seguridad y que dé certidumbres, ya que no se puede gobernar a base de ocurrencias e improvisaciones».



En la recta final de la campaña, manifestó el líder conservador, el presidente del Gobierno se ha convertido en un hombre que es un «serio riesgo para la economía de las familias españolas», después de cuatro años en los que «ha jugado a dividir y a generar tensión».



Según Rajoy, Zapatero «ha faltado a las personas que le dieron su voto y apoyo, y no ha estado a la altura de las circunstancias, ya que se ha olvidado de las personas con menos ingresos».



«Sabe que va a perder muchos votos y mucha confianza y ahora apela al voto radical, es su única opción, apelando otra vez al voto del miedo», añadió Rajoy, convencido de que «vamos a ganar las elecciones» y de que hay que luchar hasta el último diputado.



Los populares también apuraron sus opciones de campaña y difundieron un vídeo para pedir el voto con el argumento de que las promesas de Zapatero se derrumban como un castillo de naipes.



El vídeo hace referencia especialmente a las promesas electorales en materia económica, un aspecto que el PP ha adoptado como uno de los principales temas de campaña en un momento en el que la economía se desacelera, los precios suben y se destruye empleo.



Manuel Pizarro, que será ministro de Economía si el PP llega al gobierno, insistió hoy en que la situación económica de España es «muy grave» y en que hay que «enderezar cuando antes el rumbo».



Pizarro, ex presidente de la eléctrica Endesa, explicó que «no ha tenido más remedio que arremangarse y meterse» en política, ya que la situación «es muy grave», y puso como ejemplo que España tiene la balanza por cuenta corriente «más desajustada de toda la OCDE».



EFE

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