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Australia lamenta muerte de 551 ballenas y reitera meta de prohibir su caza

Los ministros de Exteriores, Stephen Smith, y de Medio Ambiente, Peter Garrett, indicaron mediante un comunicado que, «la visión de Australia continúa siendo que no hay ninguna justificación científica para la caza de ballenas en el Océano del Sur».


El Gobierno de Australia lamentó este martes muerte de las 551 ballenas que la flota japonesa ha cazado en las aguas de la Antártica durante esta temporada y aseguró que continuará con sus esfuerzos para prohibir su captura.



Los ministros de Exteriores, Stephen Smith, y de Medio Ambiente, Peter Garrett, indicaron mediante un comunicado que, «la visión de Australia continúa siendo que no hay ninguna justificación científica para la caza de ballenas en el Océano del Sur».



En su nota oficial, los ministros añadieron que «el objetivo del gobierno (australiano) continúa siendo el fin de la caza de ballenas por parte de Japón en el Océano del Sur».



Los ministros subrayaron que para conseguir que se prohíba, mantendrán conversaciones bilaterales con Japón y expondrán de nuevo el asunto en la reunión que celebrará la Comisión Ballenera Internacional, el próximo junio.



El comunicado también menciona la satisfacción del Gobierno de Australia por el hecho de que Japón renunciara a cazar ballenas jorobadas o ballenas de aleta durante la última campaña.



La Policía Federal australiana sigue investigando los incidentes en los que participaron los ecologistas del grupo Sea Shepherd, que obstaculizaron el trabajo de los barcos de la flota ballenera y la obligaron a suspender sus actividades durante un mes.



En junio del año pasado, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) solicitó a Japón que detuviera su programa de «capturas con fines científicos», tras una resolución no vinculante auspiciada por Australia, uno de los países que con mayor insistencia se opone al plan.



La Comisión ratificó la moratoria vigente desde 1986 contra la caza de ballenas con fines comerciales, pese a las presiones niponas para que se levante el veto para la pesca a pequeña escala.



Noruega es el único país del mundo que permite la pesca comercial de cetáceos, pero Japón e Islandia cazan más de 2.000 ballenas al año con fines «científicos», lo que, según las organizaciones ecologistas, es una forma encubierta de realizar capturas comerciales.



EFE

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