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Brasil acusa «campaña orquestada» en Europa contra biocombistibles

Estos «no interfieren de ninguna manera en el precio de los alimentos» afirmó el embajador brasileño para el Cambio Climático, Sergio Serra, a preguntas de la prensa en un foro en el que participan los principales países industrializados y emergentes emisores de dióxido de carbono (CO2).


Brasil cree que existe una «campaña orquestada» en Europa para relacionar los biocarburantes con el aumento del precio de los alimentos, declaró este jueves un representante de la delegación brasileña que participa en una reunión internacional sobre el cambio climático en París.



Los biocarburantes «no interfieren de ninguna manera en el precio de los alimentos, al menos en Brasil», afirmó el embajador de ese país para el Cambio Climático, Sergio Serra, a preguntas de la prensa en un foro en el que participan los principales países industrializados y emergentes emisores de dióxido de carbono (CO2).



Subrayó que parece que existe una «campaña orquestada» originada en Europa contra el bioetanol, combustible generado a partir de la caña de azúcar y del que Brasil es el máximo productor mundial.



Serra insinuó que esa postura puede deberse a que Europa busque «ventajas competitivas», ya que produce biodiesel (generado a partir de oleaginosas y residuos de frituras).



El diplomático brasileño precisó que su país sigue siendo «uno de los principales productores de alimentos en el mundo» sin que haya habido una «diferencia sensible en el precio de los alimentos» a nivel doméstico.



Negó que la producción de etanol implique necesariamente una invasión de la caña de azúcar en otros cultivos y puso como ejemplo que el estado de Sao Paulo es «el principal productor de biocarburantes» y también «el principal productor de alimentos» del país.



Serra apuntó que la mayor parte de los países en los que se han producido disturbios por la subida del precio de los alimentos no son productores de biocarburantes.



La reunión de París, a puerta cerrada, pretende fomentar el debate sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático.



En la sesión, que concluye mañana, participan representantes del G-8 (los siete países más industrializados y Rusia), Australia, Corea del sur, China, India, Brasil, Suráfrica, México e Indonesia, además de enviados de la Unión Europea (UE), la ONU y la Agencia Internacional de la Energía (AIE).



La tercera edición de esta iniciativa impulsada por EEUU para tratar sobre las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos años se produce un día después de que el presidente estadounidense, George W. Bush, presentase una estrategia para hacer frente al calentamiento global que prevé el freno de los gases causantes del efecto invernadero en ese país para 2025.



Serra no quiso valorar en profundidad el discurso de Bush, aunque reconoció que existen en él aspectos positivos como la «transferencia de tecnología» a los países en vías de desarrollo y el reconocimiento de las «responsabilidades comunes pero diferenciadas», aunque lamentó que el plan no sea «más específico».



El embajador brasileño para el Cambio Climático valoró la reunión de París como la «voluntad política» de las mayores economías del mundo de impulsar lo acordado en la conferencia de Bali.



«Consideramos este foro como un foro de discusión, no un foro propiamente de negociación. Para nosotros el foro son las Naciones Unidas y el proceso de Bali», agregó.



EFE

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