La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, indicó en su rueda de prensa diaria que el presidente George W. Bush estaba enterado de las dimisiones, pero puntualizó que no ha desempeñado «ningún papel» en el relevo.
Los jefes civil y militar de la Fuerza Aérea estadounidense, el secretario adjunto Michael Wynne y el jefe del Estado Mayor, el general Michael Moseley, presentaron su dimisión, informaron este jueves fuentes militares.
Hasta el momento no se ha anunciado el nombre de las personas que sustituirán a esos mandos, que -según la página especializada en información militar «InsideDefense.com»- presentaron su renuncia a solicitud del secretario de Defensa, Robert Gates.
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, indicó en su rueda de prensa diaria que el presidente George W. Bush estaba enterado de las dimisiones, pero puntualizó que no ha desempeñado «ningún papel» en el relevo.
Wynne llevaba en el cargo desde noviembre de 2005, mientras que Moseley había tomado posesión en septiembre del mismo año.
Las renuncias se producen después de que la Fuerza Aérea se viera implicada en una serie de polémicas que encontraron un amplio eco en la prensa.
En uno de los incidentes, la Fuerza Aérea envió por error componentes de misiles balísticos a Taiwán. El Pentágono abrió una investigación sobre el caso.
En otro, un avión bombardero B-52 sobrevoló en agosto pasado el país con seis cabezas nucleares, cargadas por error en el aparato, sin que el piloto o la tripulación lo supieran hasta que aterrizaron en una base en Luisiana.
Además, una auditoría del Pentágono descubrió en abril pasado un supuesto trato preferencial en la adjudicación de un contrato por 50 millones de dólares para la promoción del grupo acrobático aéreo «Thunderbirds».
Ese mismo mes, en un discurso, Gates arremetió contra la Fuerza Aérea, al asegurar que no contribuía lo suficiente en Irak o Afganistán y que algunos de sus líderes seguían «haciendo las cosas a la vieja usanza».
EFE
