Raúl Castro pronunció el viernes el discurso más largo desde que asumió la presidencia provisional del país en julio de 2006 para defender el ritmo de aprobación de las medidas tras asumir la presidencia el pasado 24 de febrero, y reiterar la sentencia al «igualitarismo», concepto por el que todos los trabajadores reciben igual retribución independientemente de su tarea.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha huido de los grandes anuncios este mes, un periodo marcado por dos citas señaladas en el calendario de la revolución y que tendrá en el próximo día 26 el más importante de cuantos actos se hacen en la isla anualmente.
Después de hacer su primera alocución del mes ante el Parlamento, en su estreno como presidente en el Legislativo, el pasado viernes, en un tono «realista» y de diagnóstico de la situación económica, según analistas y diplomáticos hay coincidencia en que no es previsible un cambio de registro en el discurso del 26, que tendrá lugar en Santiago de Cuba, confirmaron hoy medios oficiales.
Raúl Castro pronunció el viernes el discurso más largo desde que asumió la presidencia provisional del país en julio de 2006 para defender el ritmo de aprobación de las medidas tras asumir la presidencia el pasado 24 de febrero, y reiterar la sentencia al «igualitarismo», concepto por el que todos los trabajadores reciben igual retribución independientemente de su tarea.
Explicó las razones para la reforma del sistema de pensiones, anunciado por el Ministerio de Trabajo la semana pasada, y tiró de cifras para referirse a la situación mundial de la economía, antes de informar que desde esta semana se empezarán a entregar tierras a campesinos y cooperativas, una medida de la reforma agraria que desarrolla desde hace meses.
El general Castro dijo que había consultado el discurso con su hermano Fidel, convaleciente desde hace dos años y quien le dio el visto bueno.
Según Raúl Castro, le dijo: «Está perfecto».
«Programático y dramático», fue la definición del discurso de un analista europeo, para el que la presentación de Raúl Castro «plantea problemas pero sin proponer soluciones nuevas» o diferentes a las que ha venido sacando en los últimos meses.
«Nada de nuevo que no sepamos y ningún problema nuevo que haya aparecido», dijo, al agregar que «tal vez» en el elogio al funcionamiento de las Fuerzas Armadas se puede «adivinar» algo de lo que planea para la reestructuración del aparato estatal previsto para final de año.
En su opinión, «no parece que el 26 vaya a haber muchas más cosas que en el Parlamento».
Para un observador americano, ese discurso tuvo «una congruencia extraordinaria» con lo que el presidente viene apuntando desde hace dos años y afirmó que esperar rápidos cambios en Cuba es un «espejismo».
«No está muy claro hacia dónde va el país, pero lo que viene quedando más claro es qué cosa se elimina», señaló, en alusión al concepto del «estado paternalista».
En la calle muchos de los consultados confesaron no haber visto la intervención del presidente, lo que a Sixto no le cambia el pensamiento de que «Raúl hace lo que puede, pero quien sigue mandando es Fidel».
«Yo, la verdad es que cuando vea algo creeré que está haciendo algo, estoy cansado de oír y oír promesas y no ver nada», dijo Jesús, de 30 años y trabajador en una importante empresa cubana.
Las expectativas por el discurso de Santiago de Cuba, en el que se conmemorará el 55 aniversario el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba -que pone fecha de inicio al alzamiento revolucionario-, también son escasas.
«La gente tiene demasiados problemas como para ver discursos, hoy ya no se habla ni del 26, hace años había carnavales y fiestas y este año yo no sé si en Santiago hablarán del 26, pero aquí te puedo asegurar que nadie», dijo Guillermo, un habanero de 58 años.
Ana, estudiante de economía, no vio la intervención de Raúl Castro en la Asamblea Nacional ni piensa ver la del 26.
«Si viéndolo (el discurso del 26 de julio) me adelantan la fecha de la entrevista -para obtener el visado en la oficina diplomática de Estados Unidos- me veo el próximo enterito», afirmó.
EFE