Los abogados de SAlim Hamdan ya se anotaron una victoria frente al Gobierno de George W. Bush en 2006 cuando cuestionaron el sistema original de tribunales militares establecido después de los ataques terroristas contra EEUU en septiembre de 2001, y el Tribunal Supremo falló a su favor.
El ex conductor de Osama bin Laden, Salim Hamdan, declaró este martes como testigo en un tribunal militar, donde será juzgado la próxima semana, y contó el aislamiento, la privación del sueño y las vejaciones sufridas durante los siete años que lelva arrestado.
Los abogados de Hamdan libran una batalla legal para intentar impedir que su cliente sea juzgado por crímenes de guerra por un tribunal militar tal y como está previsto para el próximo 21 de julio.
Se amparan en la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que dictaminó en junio pasado que los presuntos terroristas, que el Gobierno estadounidense califica como «combatientes enemigos ilegales», tienen derecho a cuestionar ante los tribunales locales la legalidad de su detención.
Hamdan dijo al tribunal que fue golpeado y amenazado de muerte después de su captura en Afganistán.
Además, contó cómo los guardias golpeaban la puerta de su celda para despertarlo por la noche antes de los interrogatorios. «Volvía a intentar dormir y el soldado volvía de nuevo en cinco o diez minutos», dijo.
En las vistas preliminares de esta semana, los abogados de Hamdan pidieron al juez de la corte militar, el capitán de Marina Keith Allred, que no se tengan en cuenta las declaraciones de su cliente hechas en los interrogatorios porque consideraron que las obtuvieron con tácticas «coercitivas».
Su abogado, Charles Swift, que llevó el caso de Hamdan desde que fue capturado en Afganistán en noviembre de 2001, ya había denunciado que, tras ser detenido, su cliente fue golpeado y vio a otro de los arrestados muerto en la prisión.
El Departamento de Justicia instó hoy a un juez federal de Washington que estudia la petición de los abogados de Hamdan a que no pare el proceso y permita que el juicio militar siga su curso.
Hamdan, que admitió que fue conductor de Bin Laden, está acusado de conspiración y el suministro de material de apoyo a terroristas.
La Fiscalía lo acusa de ser miembro de la organización terrorista Al-Qaeda, mientras que sus abogados sostienen que era miembro de una compañía de transportes que cobraba 200 dólares mensuales.
Los abogados de Hamdan ya se anotaron una victoria frente al Gobierno de George W. Bush en 2006 cuando cuestionaron el sistema original de tribunales militares establecido después de los ataques terroristas contra EE.UU. en septiembre de 2001, y el Tribunal Supremo falló a su favor.
Entonces, el Gobierno de Bush logró que el Congreso, entonces con mayoría republicana, aprobara leyes que establecieron un nuevo mecanismo de juicios militares.
EFE