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Vicepresidente argentino Julio Cobos rechaza supuesta conspiración

«Seguiré cumpliendo con mis funciones como vicepresidente que es presidir el Senado, en la medida que se requiera de algo más de mí no depende», concluyó.


El vicepresidente argentino, Julio Cobos, rechazó las versiones que circulan entre sectores oficialistas sobre una supuesta conspiración contra el Gobierno y abogó por «pasar página» al conflicto que enfrenta al Ejecutivo con el campo y buscar una salida consensuada.



Cobos, también presidente del Senado, se ha convertido en uno de los personajes más populares de Argentina tras emitir un voto decisivo en la Cámara Alta contra la iniciativa gubernamental de subir los impuestos a las exportaciones de granos, detonante del conflicto entre el Ejecutivo y los productores rurales.



«Ha sido un momento difícil, pero creo que era necesario que se agregara por algo que tuviera un consenso mayor», explicó hoy Cobos a una cadena local de televisión desde la ciudad de Mendoza, donde descansa tras su polémica decisión.



A su juicio, el rechazo de la iniciativa gubernamental en el Senado gracias a su voto «ha producido cierta tranquilidad y una moderada alegría» entre los argentinos sobre un tema que «ha dividido al país».



A partir de ahora, hay que buscar consensos para elaborar una nueva ley que satisfaga a las partes y concentrarse en otros objetivos de gobierno, apuntó Cobos.



El político fue expulsado del Partido Radical tras aceptar la vicepresidencia en el Gobierno peronista de Cristina Fernández, en el marco de una iniciativa de concertación impulsada por el ex presidente Néstor Kirchner para buscar alianzas entre la oposición.



El funcionario rechazó como «carentes de sentido común» las versiones que circulan entre sectores radicales del oficialismo sobre supuestas conspiraciones contra el Gobierno y aseguró que no tiene planes políticos para las elecciones de 2011, aunque no cerró totalmente la puerta: «el futuro dirá», comentó.



El vicepresidente, que ratificó su intención de mantenerse en el cargo, admitió que no ha hablado con Cristina Fernández desde el pasado 7 de julio y consideró que sería deseable mantener una buena relación institucional con la presidenta, «como corresponde».



A su juicio, los comentarios sobre «deslealtad» que realizó anoche la mandataria, sin aludirle directamente, no tienen relación con él porque «formamos parte de un proceso que se llamó concertación, donde la pluralidad era parte del paraguas de esta nueva propuesta y he actuado en consecuencia».



EFE

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