Según Abdulbaki Acet, alcalde de Taskent, la población en la que se produjo el siniestro, unas siete niñas se encuentran aún bajo las ruinas y cinco de las heridas están en situación crítica.
Al menos 13 niñas murieron y otras 22 resultaron heridas al derrumbarse esta madrugada una residencia femenina de estudiantes de una fundación coránica en la provincia de Konya (Anatolia Central), informaron las televisiones turcas.
El alcalde añadió que el colapso del edificio de tres pisos pudo haberse debido a un escape de gas y explicó que entre 45 y 50 niñas, de edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, dormían en la residencia que se derrumbó.
Las primeras informaciones hablan de que el siniestro se produjo debido a una explosión de gas sobre las 04.00 hora local (01.00 GMT).
El gobernador provincial, Osman Aydin, afirmó esta mañana que tres de las niñas bajo los escombros estaban aún vivas y que los equipos de rescate consiguieron contactar con ellas.
Dado que Taskent está situada a unos 160 kilómetros de la capital de la provincia, Konya, y que el edificio de cursos del Corán se encontraba en un área remota, a unos 20 kilómetros de la población, las ambulancias llegaron bastante tarde al rescate, dijo un testigo citado por la cadena NTV.
Efectivos de la Gendarmería, el cuerpo encargado de vigilar las zonas rurales, se unieron al trabajo de los vecinos de la zona para sacar a las niñas de entre los escombros y lograron liberar a 11 de ellas antes de que llegasen los equipos de rescate.
Otro testigo presencial narró a los micrófonos de NTV que justo antes de la explosión se percibió un fuerte olor a gas.
Los equipos de rescate trabajaban aún a media mañana y en las imágenes televisadas se pudieron ver quemaduras en los cuerpos de las víctimas hospitalizadas, lo que corroboraría la explosión de gas como causa del siniestro.
Las estudiantes pasaban sus vacaciones de verano en esta residencia de una fundación religiosa privada para estudiar el Corán, libro sagrado del Islam, en unos cursos similares a las catequesis católicas.
EFE
