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Chávez recibe líderes de comunidad judía y establece «diálogo fructífero»

Por su parte, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, calificó el encuentro como «muy fructífero y positivo», y señaló que la reunión había servido para «profundizar el diálogo entre civilizaciones desde el respeto mutuo».


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recibió este miércoles por primera vez en sus casi diez años de gestión a líderes de la comunidad judía mundial, con la cual ha mantenido sonadas diferencias, para «profundizar el diálogo».



El presidente del Consejo Judío Mundial (CJM), Ronald Lauder, acompañado de Jack Terpins, del CJM para América Latina, y otros líderes de la comunidad judía en Venezuela fueron recibidos por Chávez en el palacio presidencial de Miraflores de Caracas.



Tras su encuentro con el mandatario venezolano, Terpins resaltó ante los periodistas «la importancia de saber» que tienen «un amigo en la figura del presidente Chávez».



Por su parte, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, calificó el encuentro como «muy fructífero y positivo», y señaló que la reunión había servido para «profundizar el diálogo entre civilizaciones desde el respeto mutuo».



La reunión, en la que también participaron los embajadores de Argentina y Venezuela en Estados Unidos, Héctor Timerman y Bernardo Álvarez, respectivamente, se produjo un mes después de una mediación que con el propósito de acercar a las partes cumplió la presidenta argentina, Cristina Fernández.



Asimismo, el embajador Timerman se mostró complacido por el encuentro y agradeció a Chávez «su deseo e interés en unir su trabajo al de los mandatarios (de Brasil, Luiz Inácio) Lula da Silva y Cristina Fernández para lograr la erradicación del antisemitismo en América latina».



En junio pasado, el primer vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), David Bittán, denunció en el seminario Judíos en Iberoamérica, organizado en Madrid por Casa América y Casa Sefarad, una campaña oficial para vincular a la comunidad judía con el golpe de Estado que derrocó a Chávez durante dos días en abril de 2002.



«En los últimos años estamos viendo un impedimento del desarrollo de la comunidad judía por ataques que vienen directamente de medios de comunicación del Estado o donde el Estado tiene alguna participación», dijo Bittán en esa ocasión y recordó «dos allanamientos por parte de la policía» en la búsqueda en sus colegios «de armamento y material subversivo».



La CAIV denunció el pasado mes de diciembre, en vísperas del referendo sobre la reforma constitucional que proponía Chávez y que fue rechazada en las urnas, que agentes de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) registraron el Centro Social Cultural y Deportivo Hebraica, que también alberga una escuela.



Tras la acción policial, que la Disip ni confirmó ni desmintió, la CAIV exigió «una exhaustiva investigación sobre lo ocurrido que, a todas luces, intenta crear tensiones innecesarias entre la comunidad de venezolanos judíos y el Gobierno».



Según las cifras del Congreso Judío Latinoamericano, en Venezuela había unos 22.000 judíos al llegar Chávez al poder en febrero de 1999, número que se ha reducido en la actualidad a 12.000.



Chávez alabó a la CAIV a inicios de 2006 por haber desmentido acusaciones de antisemitismo que lanzó en su contra el Centro Simon Wiesenthal de Buenos Aires, después de que en un discurso navideño dijo que «unas minorías, los descendientes de los mismos que crucificaron a Cristo, se adueñaron de las riquezas del mundo».



El pasado mes de septiembre la CAIV repudió la visita a Venezuela del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y recordó sus «incesantes» amenazas de «borrar al Estado de Israel del mapa» y «sus irracionales y cínicas declaraciones negando el holocausto perpetrado por los nazis» durante la II Guerra Mundial.



EFE

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