La campeona mundial al aire libre y en pista cubierta y única que supera con solvencia los dos metros, no estuvo cómoda en la previa, que primero se aplazó durante una hora por una lluvia torrencial y luego se disputó en condiciones muy complicadas.
Vlasic, dominadora absoluta del salto de altura en los últimos años, parte como la gran favorita en la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, aunque advirtió tras lograr la clasificación que «en el deporte no hay nada seguro».
Incluso, en contra de lo que es habitual en la balcánica, cometió un nulo sobre 1,93 metros, altura que rebasó a la segunda y que significó su clasificación junto a otras catorce atletas más.
«En estas circunstancias es normal que las cosas no sean fáciles, pero no es preocupante», comentó Vlasic, quien explicó que es complicado ajustar bien la carrera y que además se equivocó en elegir el lugar para dejar toda su equipación, que acabó empapada.
«Pero está hecho, que es lo más importante», señaló la balcánica, quien agregó que está «en buena forma» y que no le afectará la presión por ser la favorita tras la regularidad mostrada en sus marcas. Su tope lo fijó en 2007 en Estocolmo con 2,07.
«Haré todo lo que normalmente hago y me centraré en mi técnica. He trabajado bien y estoy a punto», señaló Vlasic, quien insistió en que no tiene la victoria asegurada.
La tromba de agua que caía a la hora prevista para el inicio de la prueba fue tal que algunas de las finalistas del sábado, como la italiana Antonietta di Martino, pensaba que «no se podría empezar».
«Cuando llegué al estadio a las 8.45 dijeron que podríamos competir. No sé cómo se suponía que saltaríamos cuando llovía así», dijo Di Martino, quien explicó que los voluntarios encargados tuvieron que tratar la pista con toallas y con todo lo que tenían, pero que una vez iniciada la competición «era muy difícil sentir la pista»Â·.
En cambio, atletas como la española Ruth Beitia o la alemana Ariane Friedrich, agradecieron la lluvia. Esta última afirmó: «No es un problema para mí. Me siento bien cuando llueve, porque en abril estuve entrenando en Singapur y allí siempre llovía. Volví a Alemania y también llovió el cuarenta por ciento de los días. Estoy acostumbrada al agua, no me preocupa».
Aseguró que Vlasic «es buena», pero que ella también lo es y que en la final luchará por conseguir una medalla porque cree que está capacitada para hacerlo.
EFE
