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Alan García sufre derrota con derogación de leyes sobre tierras indígenas

El ex mandatario Alejandro Toledo también había mostrado su desacuerdo con los decretos, que consideró una muestra de «soberbia y autoritarismo» del Ejecutivo.


El presidente de Perú, Alan García, sufrió este viernes una derrota política, luego de que el Congreso derogase dos leyes que facilitaban la venta de tierras de la Amazonía y cuya vigencia había sido defendida a capa y espada por el gobernante.



Aunque los miembros del oficialista Partido Aprista Peruano (PAP) intentaron negar que la decisión significase un duro golpe para el Ejecutivo, la derogatoria fue apoyada incluso por miembros del «fujimorismo», considerados aliados del Gobierno.



Días atrás, García había afirmado que la anulación de las leyes sería «un gravísimo error histórico», pero los legisladores decidieron revocarlas con 66 votos a favor, 29 en contra y ninguna abstención, luego de un intenso debate de cuatro horas.



La jornada no fue halagüeña para el presidente, que cuenta con un 25 por ciento de aprobación y hoy fue blanco de abucheos de un grupo de huelguistas en la ciudad norteña de Chiclayo, quienes incluso arrojaron piedras y zapatos a su paso.



García, que se dirigía a inaugurar unas obras viales cuando fue sorprendido por la protesta, defendió en Chiclayo la necesidad de impulsar la inversión privada que tenga un «destino popular» y que genere desarrollo y empleo.



«Algunos confunden y creen que para ser presidente de los pobres hay que insultar a los inversionistas, creen que para ser presidente de los más humildes hay que espantar a los ricos y sacarlos del Perú», señaló el mandatario.



El revés de la medalla fueron los cientos de indígenas que celebraron la decisión del Congreso, calificada como «un nuevo amanecer para todos los pueblos del país» por su líder, Alberto Pizango.



Aunque el tema aun puede ser observado por el Ejecutivo, el sentimiento de reivindicación se manifestó en una gran celebración en la ciudad selvática de Bagua, donde los nativos se habían congregado a esperar la decisión del Congreso.



El resultado puso eufóricos a los manifestantes, quienes cantaron el Himno Nacional de Perú en su lengua nativa y se dispusieron a celebrar este «día histórico» durante el resto de la jornada, reveló el ‘apu’ Najante (líder indígena) a la televisión local.



Este hecho ha sido considerado muy simbólico, ya que, según comentó esta semana el ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), Salomón Lerner, los indígenas buscan «sentirse peruanos» y ser protegidos y defendidos por el Estado.



Según sus detractores, los decretos 1015 y 1073, que fueron aprobados junto a decenas de leyes para implementar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, facilitaban la venta de las tierras nativas.



Entre las normas, se modificaba la forma de votación en las asambleas indígenas y se permitía que, con una mayoría de la mitad más uno, se pudiera decidir la venta o arrendamiento de tierras.



Otros decretos también permitían al Estado fijar el precio de los terrenos y definir el periodo de eventuales concesiones de explotación en cuarenta años renovables.



Por ese motivo, los indígenas, que no fueron consultados sobre las modificaciones, iniciaron una protesta el 9 de agosto pasado, que incluyó bloqueo de vías y toma de estaciones petroleras, gasísticas y eléctricas.



Incluso la Defensoría del Pueblo presentó una demanda ante el Tribunal Constitucional contra uno de los decretos que, en su opinión, contravenía el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas, ratificado por Perú en 1993.



El ex presidente Alejandro Toledo también había mostrado su desacuerdo con los decretos, que consideró una muestra de «soberbia y autoritarismo» del Ejecutivo.



«Es peligroso levantar los ánimos de una población amazónica indígena que tiene una profunda relación umbilical con la tierra, tratar de hacerlo unilateralmente, sin consultarlo, es romper esa relación que ellos tienen, es meterle un sablazo con la soberbia y el autoritarismo», comentó el político.



La medida de fuerza se produjo en momentos en que el Gobierno de García había expresado su interés en incrementar sus reservas de gas y petróleo, presentes sobre todo en la selva, para afrontar una eventual crisis energética y convertirse en proveedor de Sudamérica.



EFE

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