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Familiares de víctimas del accidente de Madrid demandan a Boeing

El avión accidentado en Madrid, propiedad de la aerolínea Spanair, era un McDonnell Douglas, compañía adquirida por el gigante aeronáutico estadounidense Boeing en 1997.



El despacho de abogados Ribbeck Law presentó en EEUU una demanda contra Boeing en nombre de tres familias que perdieron a siete de sus miembros en la catástrofe aérea que se cobró la vida de 154 personas el pasado 20 de agosto en el aeropuerto de Madrid-Barajas.



Así lo anunció hoy el fundador de este despacho legal estadounidense, Manuel von Ribbeck, quien explicó que la demanda se presentó en el estado de Illinois en relación con «los fallos eléctricos y en los manuales» detectados en los análisis «de los 15 aviones de la serie MD-80 que se han caído» en los últimos años.



«Le pedimos a Boeing, que es la que construye la nave, que nos diga quién le dio el mantenimiento, quién les compró la nave, de qué manos cambió el avión, qué modificaciones se hicieron, quiénes fabricaron las distintas piezas que pueden haber fallado», dijo Von Ribbeck, especialista en accidentes aéreos, en rueda de prensa.



El avión accidentado en Madrid, propiedad de la aerolínea Spanair, era un McDonnell Douglas, compañía adquirida por el gigante aeronáutico estadounidense Boeing en 1997.



Von Ribbeck compareció ante la prensa en Las Palmas de Gran Canaria (lugar de destino del avión siniestrado) y explicó que la causa fue interpuesta en favor de las ciudadanas españolas María Cabrera y Elena Fontaner y la sueca Alassan Puye.



Cabrera perdió en el accidente de Madrid a sus dos hijas y a una nieta, Fontaner perdió a su madre y a una hermana, y Puye perdió a su padre y a una hermana.



Sus representantes legales exigen en su demanda que la Justicia estadounidense aclare la identidad de los propietarios desde 1999 del aparato siniestrado en Madrid, y la identidad de todos los arrendadores y arrendatarios del avión en los últimos nueve años.



También se solicita la divulgación de las compañías que hayan desempeñado algún trabajo de mantenimiento durante el tiempo que el avión siniestrado estuvo operando bajo el control de Spanair y SAS.



Además reclaman conocer el nombre de la compañía que fabricó los revertores de propulsión, los alerones y el sistema de control de elevadores, así como el sistema de timones y de alas, dada la convicción de los abogados de este bufete de que existen evidencias sobre «posibles defectos de diseño y manufactura».



El letrado explicó que el proceso abierto en EEUU es una causa civil, que consiste en una demanda de inicio de prueba que se suma a la acción penal abierta en España, en la que el bufete estadounidense también se ha personado en nombre de las familias.



Von Ribbeck recordó que en los últimos once meses se han estrellado tres aviones McDonnell Douglas: el primero en Phuket (Tailandia), el 16 de septiembre; el segundo en Isparta (Turquía), el 30 de noviembre de 2007, y el tercero, el de Spanair siniestrado el pasado 20 de agosto en el aeropuerto de Barajas.



A la primera causa abierta en Estados Unidos podrían seguirle varias más, ya que Von Ribbeck tiene previsto reunirse hoy con otras 30 familias de Gran Canaria que perdieron a familiares en la catástrofe aérea, la más grave ocurrida en España desde el año 1985.



La cita ha sido organizada por un abogado local, que ha expresado su interés en trabajar con este bufete de Estados Unidos para representar a familiares de otras víctimas de este accidente aéreo, tanto en las causas que se abran en España como en el extranjero.



EFE

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