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Cuatro regiones de Bolivia sufren crisis energética por protestas

Si Bolivia incumple con sus envíos de gas al exterior, particularmente a Brasil, que actualmente está acordado en 30 millones de metros cúbicos diarios, puede recibir duras sanciones económicas y penalizaciones.



El bloqueo de carreteras que realizan grupos opositores en el oriente y el sur de Bolivia desde hace quince días ha provocado una grave crisis en la provisión de energéticos en al menos en cuatro regiones, informó este lunes el Gobierno.



El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, dijo al canal de televisión estatal que Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando padecen ya desabastecimiento de carburantes y de un aumento de precios al margen de la ley.



Villegas prevé que estos departamentos vivirán momentos críticos durante esta semana.



Los bloqueos de carreteras comenzaron hace dos semanas en la región conocida como el Chaco (sureste), rica en gas y petróleo, para exigir al Gobierno de Evo Morales la devolución de los ingresos petroleros recortados a la regiones para pagar una ayuda directa a los mayores de 60 años.



Estas acciones, que en algunos casos han derivado en ocupaciones violentas de instituciones estatales y cortes en las fronteras a Argentina, Paraguay y Brasil, fueron convocadas por los prefectos (gobernadores) y los responsables cívicos de los departamentos afectados, controlados todos por la oposición.



En la localidad Yacuiba, fronteriza con Argentina, el bloqueo impide el ingreso a Bolivia de 60 camiones cisternas con gasóleo, mientras que en la vecina Bermejo los vehículos pasaron el límite y descargaron el combustible, pero éste no se ha distribuido.



Los «poliductos» del sur boliviano (que canalizan la distribución de diversos energéticos) se encuentran saturados porque los camiones tampoco han podido recoger los carburantes para trasladarlos a la región de Tarija, epicentro de las manifestaciones.



Santa Cruz, Beni y Pando también padecen escasez de gas licuado del petróleo y de gasóleo por la obstrucción de las rutas internas y de las vías que se usan para la importación desde Brasil.



Villegas enfatizó que esta decisión de los grupos opositores es igual, «en términos figurados, a cortarse las venas», porque se está causando un grave perjuicio a los transportistas y a la distribución de gas licuado del petróleo para consumo doméstico.



Al mismo tiempo, reiteró la importancia de la decisión del Gobierno de mantener militarizados los campos de gas y petróleo y las estaciones de distribución para garantizar la normal exportación del primero por gasoductos a Brasil y Argentina.



Si Bolivia incumple con sus envíos de gas al exterior, particularmente a Brasil, que actualmente está acordado en 30 millones de metros cúbicos diarios, puede recibir duras sanciones económicas y penalizaciones.



Sin embargo, los grupos opositores mantienen desde la semana pasada su amenaza de ocupar instalaciones petroleras situadas en la región del Chaco, que atraviesa tres departamentos, para presionar aún más al presidente Morales.



EFE

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