El «Ike» estaba a las 06.00 locales a poco más de 100 kilómetros al sureste de La Habana, con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora y rachas mucho más fuertes.
El huracán «Ike» azota este martes el occidente de Cuba, incluida La Habana, tras causar al menos cuatro muertes, catastróficas inundaciones y pérdidas multimillonarias en ciudades, pueblos y campos del oriente y centro del país.
Más de 1,23 millones de cubanos -12 por ciento de la población total- fueron evacuados en los últimos días de zonas de riesgo ante la llegada del segundo huracán de gran categoría que embiste la isla en diez días y que antes dejó 66 muertes en Haití.
Al atravesar Cuba de noreste a suroeste, el ciclón redujo su categoría de 3 a 1 en la escala Saffir-Simpson de 5, pero las autoridades lo siguen considerando muy peligroso, especialmente por las copiosas lluvias que lo acompañan.
Ahora su ojo se desplaza hacia el oeste a 20 kilómetros por hora, por los mares del suroeste de Cuba, y se pronostica que girará al oeste-noroeste, hacia las provincias de La Habana y Pinar del Río, donde ya arremeten sus vientos huracanados.
Los meteorólogos indican que el «Ike» atravesará de nuevo la isla y saldrá durante la próxima noche por la costa noroeste al Golfo de México, rumbo al sur de Estados Unidos.
El huracán se mueve al amanecer por los mares entre La Habana y la Isla de la Juventud y su centro tocará la isla mayor en Pinar del Río entre las 10.00 y las 11.00 locales (de 14.00 a 15.00 GMT), informó el Instituto de Meteorología cubano (Insmet).
Saldrá al Golfo de México antes de las 16.00 (20.00 GMT) por la costa norte de Pinar del Río, al oeste de La Habana.
La Defensa Civil informó el lunes de la muerte de cuatro personas y advirtió que el dato es «preliminar» porque no hay reportes de todos los lugares afectados, ya que gran parte del país está sin servicios ni comunicaciones.
En Banes, municipio de la provincia nororiental de Holguín, por la que llegó el «Ike» a Cuba el domingo, murió Carmelina Diéguez, de 74 años, al derrumbarse su casa.
En Rancho Veloz, pueblo del municipio de Corralillo, en la provincia central de Villa Clara, murieron Pedro Corso, de 76, y Ángel Sánchez, de 35, cuando trataban de desmontar la antena de televisión de su vivienda, que cayó sobre el tendido de energía, causando su electrocución.
En la ciudad oriental de Camagüey, inundada por el desbordamiento de los ríos Tínima y Hatibonico, falleció Pascual Villafaña, de 35, al caerle encima una pared de su casa que colapsó bajo un árbol derribado por los vientos huracanados.
Más de 1,2 millones de cubanos -12 por ciento del total- fueron evacuados de zonas de riesgo en todo el país, informó el coronel de la Defensa Civil José Ernesto Betancourt.
De ellas, 925.000 fueron trasladados a viviendas de familiares o amigos mejor situadas y el resto están en centros de evacuación.
Betancourt precisó que entre los evacuados hay 10.263 turistas extranjeros.
El Insmet advirtió hoy que seguirán las lluvias copiosas, las marejadas y las inundaciones costeras en el centro o oeste de la isla.
«Los vientos de fuerza de tormenta tropical cubren una gran área, extendiéndose a toda la región occidental de Cuba. Los vientos huracanados ocurrirán en la mitad oriental de Pinar del Río y la porción más occidental de la provincia de La Habana», advierten los meteorólogos.
EFE
