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Chávez rechaza críticas de obispo al que atribuye un pasado golpista

«Que digan lo que quieran, pero estamos pendientes de sus acciones y sus declaraciones porque aquí se ha desvelado un nuevo plan. Ellos son parte del país y de la problemática del país», manifestó el gobernante venezolano.


El presidente venezolano, Hugo Chávez, señaló este viernes que es falso que el complot para asesinarlo sea un «montaje» y dijo que quien lo calificó así, el obispo Baltazar Porras, fue «uno de los más entusiastas dirigentes del golpe de Estado» de 2002.



Porras, que fue presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), expresó que el recientemente descubierto complot para asesinar o derrocar a Chávez es un «montaje» para perseguir a quienes «molestan» al Gobierno.



El sacerdote se refirió al caso luego de que Mario Isea, presidente de la comisión especial de la Asamblea Nacional (AN) que lo investiga, planteó que según algunas grabaciones obtenidas por la policía podría haber clérigos implicados en el complot.



«No solo es un irrespeto a la Iglesia sino a todos los venezolanos. Si la veracidad de lo que dicen es la participación del clero, pues eso indica que aquí hay un montaje para distraer la atención y hacer caer la fuerza de la ley, que está en poder del Ejecutivo, contra aquellas personas o instituciones que le resultan molestas al Gobierno», dijo Porras a la emisora Unión Radio.



Chávez, que se comunicó por vía telefónica desde Portugal con el canal estatal Venezolana de Televisión, señaló, al ser consultado al respecto, que Porras «estuvo metido hasta la médula» en el golpe de abril de 2002 y que por ello no era sorpresiva su actual posición.



«Todo el que conozca a Porras sabe de la calaña de personaje de que se trata», dijo el gobernante antes de negar que la oposición sea una «molestia» para el gobierno y de felicitar a los cuerpos de seguridad por haber desmantelado el complot.



«No son ninguna molestia para nosotros. Ojalá fueran críticos de verdad, pero la mayor parte de la cúpula de la burguesía, de la iglesia Católica, con algunas excepciones, y otros sectores como los dueños de los medios privados de comunicación no son críticos porque actúan movidos por el hígado, la amargura y el odio», señaló Chávez.



«Que digan lo que quieran, pero estamos pendientes de sus acciones y sus declaraciones porque aquí se ha desvelado un nuevo plan. Ellos son parte del país y de la problemática del país», manifestó el gobernante venezolano.



Las autoridades se han incautado hasta ahora de dos lanzacohetes y otras armas de menor calibre y han detenido a varios civiles y una treintena de militares, la mayoría retirados, entre los que sobresale el que fue, hasta el 13 de setiembre, día de su destitución, jefe del Comando de Operaciones Logísticas de la Fuerza Aérea, general José Caraballo.



Isea ha destacado en sus declaraciones que entre los teléfonos de contacto que figuran en los aparatos de algunos de los detenidos están los números de destacados líderes políticos de la oposición, como el ex candidato presidencial Manuel Rosales.



También sugirió la existencia de presuntas pruebas contra dueños de medios privados de comunicación, como Miguel Otero, editor de El Nacional.



Isea aclaró que le corresponderá a la Fiscalía determinar si ese material es suficiente para imputar a los señalados por complicidad en la trama golpista.



Tanto Rosales como Otero se han sumado al argumento esgrimido por Porras y han asegurado que no están implicados en ningún complot y que el mismo es una «cortina de humo» del gobierno ante la perspectiva de salir derrotado en las elecciones regionales y municipales del 23 de noviembre.



EFE

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