«Esta gente tenía dos autos de apoyo y llamaba por su nombre al chico. Lo interrogaron, le ataron las manos y mientras le pegaban le advirtieron que era el último aviso», dijo el líder del Movimiento de los Chicos del Pueblo, Alberto Morlachetti.
La agrupación argentina Movimiento de los Chicos del Pueblo denunció este lunes que uno de sus colaboradores pasó algunas horas secuestrado y fue amenazado por desconocidos, lo que constituye el tercer hecho de estas características que se produce en lo que va de año.
El movimiento, que reúne a 400 organizaciones sociales, precisó que la intimidación ocurrió el pasado viernes, cuando un joven de 21 años que trabaja como voluntario en un hogar para niños en la localidad de Avellaneda, vecina a Buenos Aires, fue obligado por desconocidos a subir a una camioneta.
«Esta gente tenía dos autos de apoyo y llamaba por su nombre al chico. Lo interrogaron, le ataron las manos y mientras le pegaban le advirtieron que era el último aviso», dijo el líder del Movimiento de los Chicos del Pueblo, Alberto Morlachetti.
El sociólogo precisó que a la víctima «le dijeron que deje la campaña ‘El hambre es un crimen'», que es realizada por el colectivo que agrupa a 400 organizaciones no gubernamentales vinculadas a la lucha contra la pobreza y la deserción escolar en los niños.
«Este es el tercer atentado que sufrimos en el año, hemos hecho las correspondientes denuncias pero no pasó nada y anoche había otros vehículos dando vueltas en la misma zona de Avellaneda en la que secuestraron al chico el viernes», manifestó Morlachetti.
Recordó que a finales de abril «ocho personas armadas hasta los dientes» ingresaron a una imprenta del movimiento con aparentes intenciones de robo, pero se fueron sin llevarse nada.
EFE
