La campaña militar se realiza en el denominado «Plan de Operaciones Excelencia» en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), que abarca los departamentos de Ayacucho, Junín y parte de la Amazonía, y es una de las principales zonas de cultivo de hoja de coca y de producción de cocaína en Perú.
Cinco presuntos terroristas murieron y 18 soldados quedaron heridos, uno de ellos de gravedad, por una ofensiva militar iniciada el 30 de agosto en una zona del sur de Perú con presencia de Sendero Luminoso y narcotraficantes, confirmaron este viernes fuentes oficiales.
«Ha habido fuertes enfrentamientos y hasta ahora hay cinco fallecidos (remanentes senderistas)», dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Otto Guibovich, en una reunión con la prensa extranjera afincada en Lima.
La campaña militar se realiza en el denominado «Plan de Operaciones Excelencia» en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), que abarca los departamentos de Ayacucho, Junín y parte de la Amazonía, y es una de las principales zonas de cultivo de hoja de coca y de producción de cocaína en Perú.
Desde la entrada de los militares a la zona del Vizcatán (unos 600 kilómetros al sur de Lima), que es un importante bastión senderista en el VRAE, se han producido diversos enfrentamientos armados que han concluido con la toma de campamentos terroristas, la destrucción de varias pozas de maceración de droga y la detonación de minas contra personas.
«Estamos tomando sectores que antes estaban controlados por el narcoterrorismo y que eran una especie de peaje por donde Sendero cobraba por los insumos que ingresaban del valle y cupos por la droga que salía del valle (del VRAE)», explicó Guibovich.
El operativo militar está bajo la lupa debido a denuncias por la desaparición de 11 personas tras la entrada de militares el 14 de septiembre pasado a la remota comunidad campesina de Río Seco, en el VRAE.
Guibovich negó la responsabilidad de las Fuerzas Armadas en las supuestas desapariciones, que están siendo investigadas por la justicia: «no hay detenciones arbitrarias y no hay secuestros», dijo, y atribuyó las denuncias a «un intento del narcoterrorismo» para que los militares salgan del VRAE.
Asimismo, desmintió las informaciones transmitidas por una emisora local de que los militares han sufrido 25 bajas.
«No tenemos ni un solo muerto, ni un mutilado por minas», subrayó Guibovich, que admitió que los senderistas han dejado «un herido de gravedad e impactos en un helicóptero».
Unos 300 remanentes armados de Sendero- que desconocieron el alto al fuego ordenado por su fundador y líder, Abimael Guzmán, tras su captura en 1992- operan en el VRAE bajo el mando del clan familiar Quispe Palomino.
El general Guibovich aseguró que en el VRAE existen unas 500 rutas por donde se transportan los productos químicos utilizados en la elaboración de la cocaína, así como de la droga misma.
EFE
