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Autoridad Palestina condena construcción de colonia judía en Jerusalén Este

«Esta acción es una nueva forma del comportamiento racista que las autoridades israelíes ejercen sobre la gente de Jerusalén Este», dijo Ahmed Rawidi, responsable de Jerusalén en la ANP


La Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó este miércoles la aprobación de un plan para construir una colonia judía de veinte casas en Jerusalén Este y acusó a Israel de no dejar a los palestinos tierra sobre la que establecer su futuro Estado.

«Esta acción es una nueva forma del comportamiento racista que las autoridades israelíes ejercen sobre la gente de Jerusalén Este», dijo Ahmed Rawidi, responsable de Jerusalén en la ANP, en declaraciones a la radio «La voz de Palestina».

Rawidi denunció que la ampliación de asentamientos en territorio palestino ocupado genera una «situación insoportable» para la ANP que tendrá «consecuencias graves en cualquier futuro acuerdo con Israel«.

«¿Cómo puede ser Jerusalén objeto de negociación cuando los hechos sobre el terreno muestran que no quedará tierra alguna para los palestinos sobre la que negociar?», se preguntó el dirigente.

La edificación, fue aprobada ayer por el Ayuntamiento de Jerusalén, horas antes de la reunión en Washington entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente de EEUU, Barack Obama.

El proyecto, aprobado en julio pasado entre protestas de la Casa Blanca, está patrocinado por Irving Moskowitz, un millonario estadounidense judío que promueve activamente la colonización del sector Este de la ciudad.

Se trata de unos veinte apartamentos para familias israelíes que se edificarán en el solar del hotel Shepherd, en el barrio de Sheij Yarrah, que compró Moskowitz y que será derruido.

La iniciativa recibió su último empujón la semana, cuando los inversores pagaron los gastos necesarios.

Ayer, en un discurso ante el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC), el principal lobby judío en EEUU, Netanyahu subrayó que su país seguirá construyendo en el este de la ciudad, aunque vulnere el derecho internacional, porque «Jerusalén no es un asentamiento».

La construcción en Jerusalén Oriental (ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967) está excluida de la moratoria parcial de construcción en las colonias durante diez meses anunciada en noviembre por Netanyahu para animar, sin éxito, a los palestinos a volver a la mesa de negociaciones.

El diálogo entre ambos quedó interrumpido hace más de un año por la ofensiva israelí en Gaza, en la que murieron unos 1.400 palestinos, en su mayoría civiles.

Israel considera Jerusalén su capital «única e indivisible», mientras que la comunidad internacional ve ilegales todos los asentamientos judíos en la parte oriental de la ciudad, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado.

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