Sólo Perú y Colombia han reconocido el gobierno del mandatario hondureño, considerado por el resto de la región como ilegítimo por haber surgido tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, en junio de 2009.
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, concluyó este miércoles una visita a Perú, en la que recibió el respaldo a la legitimidad de su mandato del gobernante peruano, Alan García.
«Para nuestra patria es un honor recibir al presidente Porfirio Lobo, elegido democráticamente por el pueblo de Honduras, y una oportunidad de expresar nuestro saludo de integración a sus 8 millones de habitantes», dijo García al recibirlo en el Salón Dorado del Palacio de Gobierno.
Lobo llegó en la tarde del martes a Lima, procedente de Colombia, país que con Perú es el único de Sudamérica que ha reconocido su gobierno, pues el resto de la región lo considera ilegítimo por haber surgido de unas elecciones celebradas en medio de una ruptura del orden constitucional tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, en junio de 2009.
García, que estuvo acompañado por su gabinete en pleno y los máximos jefes militares del país, se entrevistó con Lobo durante una hora, tras lo cual sus cancilleres suscribieron sendos acuerdos de cooperación en lucha contra el narcotráfico, lavado de activos y archivos históricos.
El presidente peruano aseguró que ha vivido últimamente «la peripecia política ahí ocurrida» (en Honduras) y que vio «con satisfacción que la presencia del pueblo, su libre consulta, dio como consecuencia el nacimiento de un nuevo Gobierno y la elección de un nuevo presidente».
«Ningún rasgo ideológico, ni ninguna distancia de interpretación política, puede separarnos de los pueblos y mucho más cuando se expresan a través de elecciones libres», agregó el mandatario peruano.
«Nosotros no podemos descalificar, como algunos lo hacen, a un Gobierno elegido con participación mayoritaria y que alcanza una victoria contundente», puntualizó.
García hizo alusión, de esa manera, a las palabras del líder nacionalista Ollanta Humala, que pidió ayer al Gobierno peruano que declare persona no grata a Lobo por supuestamente haber avalado con su elección el golpe de Estado contra Manuel Zelaya.
«Tiene usted a su disposición la colaboración de este Gobierno y de múltiples Gobiernos del mundo, de Europa unida, los Estados Unidos, y otros países de nuestro continente que saludan la expresión del pueblo hondureño», remarcó.
Lobo se declaró, por su parte, «pro-institución» en lo referente al fortalecimiento de los partidos, porque dijo que estos «tienen programas e ideologías» y dan continuidad al funcionamiento de los Gobiernos.
«Lo peor que puede pasar a una nación es cuando (el Gobierno) es fundamentado en las ideas de una persona o de cuatro, no hay nada más fuerte que cuando un Gobierno está fundamentado en principios ideológicos sólidos», afirmó.
Lobo, quien asumió el poder en enero pasado tras ganar los comicios presidenciales de noviembre de 2009, convocados desde antes del golpe de Estado contra Zelaya, dijo que «quién gobierna es el pueblo y el pueblo de Honduras elige cada 4 años a un gobernante».
«De manera que hoy estoy yo aquí y en el 2014 será otro», enfatizó.
En unas declaraciones posteriores a la emisora local CPN Radio, Lobo afirmó que Manuel Zelaya, quien actualmente visita Argentina, puede regresar a su país «cuando quiera».
A raíz de la gira de Lobo por Colombia y Perú, Zelaya consideró hoy que «son masoquistas (quienes reciben al actual gobernante) porque lo que están pidiendo es un golpe de Estado para ellos, y que después los legitimen con un barniz donde nadie es culpable y donde los que han cometido asesinatos y violaciones salgan impunes».
Durante su visita a Lima, Lobo aprovechó para reunirse con políticos, directores de medios de comunicación y empresarios que están interesados en invertir en Honduras, según afirmó. EFE
