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El derrame en el Golfo podría costar 4.300 millones de dólares

Un informe advierte de que el coste dependerá de la cantidad y la permanencia del vertido en las aguas, una cuestión todavía incierta mientras continúan los esfuerzos de limpieza y la operación para taponar la fuga de crudo de la plataforma.


El impacto económico del derrame de petróleo del Golfo de México podría ascender a 4.300 millones de dólares, de los que un 93,6 por ciento serían pérdidas en el turismo en los estados de Florida, Alabama, Misisipi y Luisiana.

Un informe elaborado por el BBVA Compass, entidad financiera implantada en el sur de EE.UU. y filial del grupo español BBVA, advierte de que el coste dependerá de la cantidad y la permanencia del vertido en las aguas, una cuestión todavía incierta mientras continúan los esfuerzos de limpieza y la operación para taponar la fuga de crudo de la plataforma de British Petroleum (BP).

Según estas estimaciones, el coste superaría al del desastre del derrame del Exxon Valdez en Alaska en 1989, el más grave ocurrido en Estados Unidos antes del actual y que, según la agencia de crédito Moody, tuvo un impacto económico de 2.800 millones de dólares.

En el Golfo de México, los estados que más sufrirían a largo plazo los costes del desastre serían Florida y Luisiana, 3.010 y 948 millones de dólares, respectivamente, sobre todo por su dependencia a la industria del turismo.

Según el informe, a corto plazo, el mayor impacto sería en la pesca comercial y recreativa, y en el turismo, pero a largo plazo los daños medioambientales podrían debilitar las economías locales.

El caso del turismo de Florida es el «más considerable», según explicó a Efe el economista jefe para EE.UU. de BBVA Compass y coautor del informe, Nathaniel Karp, porque el turismo de Luisiana «no depende de las aguas», mientras que el otro estado vive de sus playas y de las actividades recreativas que «atraen a gente de todo el mundo».

Sólo para este estado, el informe calcula unas pérdidas de 2.844 millones en el turismo, de 137 millones para la pesca recreativa y de 18 millones para el sector pesquero comercial.

Además, la industria de Florida se mantiene expectante ante la amenaza de que las corrientes transporten la mancha de petróleo a las costas y la puedan extender más allá de su península.

«En el peor de los escenarios, si el petróleo toca la costa, los costes y la duración de la limpieza podrían acarrear muchos años, incluso diez, y los costes económicos podrían ser mayores», vaticinó el experto.

En Luisiana, el sector pesquero, que genera al año 2.400 millones de dólares y que sufre la prohibición de salir a pescar en parte de sus aguas, podría enfrentarse a pérdidas de 31 millones de dólares.

Pero sería la hostelería, que genera 5.000 millones de dólares al año y emplean a 145.000 personas y que es el sector privado con más trabajadores, la que más podría resentirse.

El coste del impacto del desastre en el turismo sería así de 880 millones de dólares en este estado, por delante de Misisipi y Alabama, donde podría llegar a 169 y 167 millones de dólares.

En los cuatro estados, el turismo y la pesca, tanto comercial como recreativa, serían los más afectados, con unas pérdidas potenciales de 4.060 millones y de 267 millones, respectivamente.

Las estimaciones están basadas en la hipótesis de que el petróleo llega a algunos de los condados marítimos de los estados y permanece durante un período limitado.

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