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Crece tensión en Egipto y el mundo árabe teme contagio

Los grupos contrarios al presidente Hosni Mubarak lanzaron su propia «hoja de ruta»: Faruk Sultán, presidente del Tribunal Constitucional Supremo, debería reemplazar al mandatario después de que éste dimita por carecer ya su régimen de legitimidad. En tanto, el primer ministro de Jordania y el resto de su Ejecutivo presentaron hoy su dimisión. Se interpreta como un efecto de contagio relacionado a las protestas en El Cairo y del derrocamiento en Túnez del jefe de Estado.


Los principales grupos de la oposición egipcia rechazaron hoy rotundamente la propuesta del presidente egipcio, Hosni Mubarak, de dialogar con las fuerzas políticas con el fin de efectuar reformas constitucionales.

«El pueblo y los Hermanos Musulmanes rechazan cualquier diálogo con Mubarak, con su vicepresidente o con el Gobierno, y la principal demanda para todos es el derrocamiento del régimen», aseguró un portavoz de los Hermanos, Gamal Nasar.

Mubarak, de 82 años y en el poder desde 1981, encargó ayer al vicepresidente Omar Suleimán que abra un diálogo con las fuerzas políticas egipcias para negociar posibles reformas de la Constitución.

Para los Hermanos Musulmanes, que representan la mayor fuerza opositora de Egipto, «el problema no es con la persona de Suleimán sino con las políticas de este régimen».

Esta formación islámica ilegalizada lanzó además su propia «hoja de ruta» para preparar el Egipto pos-Mubarak: el presidente del Tribunal Constitucional Supremo, Faruk Sultán, debería reemplazar al mandatario después de que éste dimita por carecer ya su régimen de legitimidad.

La iniciativa de Mubarak para mantener un diálogo con las fuerzas políticas se produjo después de nombrar a los ministros del nuevo Gobierno, 15 de ellos procedentes del antiguo gabinete, algo que también rechazó la oposición.

La oposición considera tanto la oferta de mantener un diálogo con las fuerzas políticas como la formación de un nuevo Gobierno meros intentos de ganar tiempo y contener la revuelta popular hasta que los manifestantes decidan volver a sus casas.

El Movimiento 6 de Abril, un grupo de jóvenes opositores que convocó por internet la primera manifestación masiva del martes pasado, se mostró dispuesto al diálogo con el Gobierno, pero después de que Mubarak deje la presidencia.

«Cualquier negociación mientras que esté Mubarak en el poder es inútil», aseguró el portavoz de este movimiento, Ahmed Maher.

De momento, la oposición sólo está dispuesta a dialogar con el Ejército, el único órgano en el que confía, y por ello intenta formar un comité de miembros de distintas tendencias opositoras para negociar con las Fuerzas Armadas sobre un traspaso pacífico del poder.

Mientras tanto, insiste en que utilizará las protestas en la calle para presionar a Mubarak hasta que se vaya con su régimen del poder y confía en que sus últimos días a la cabeza de este país están muy cerca.
El Movimiento 6 de Abril llamó a comenzar hoy mismo una huelga general y están decididos a mantenerla hasta el próximo día 4, al que han denominado «el viernes de la salida» (de Mubarak).

Jordania: Efecto contagio

El primer ministro jordano, Samir Rifai, y el resto de su Ejecutivo presentaron hoy su dimisión al monarca Abdalá II, quien designó como nuevo jefe del Gobierno al ex primer ministro Maaruf Bajit, informó la Casa Real jordana en un comunicado.

Según la nota, el monarca solicitó a Bajit llevar a cabo «reformas políticas reales y rápidas».

En las últimas semanas se han sucedido las protestas en distintas ciudades de Jordania pidiendo a Abdalá II la destitución del Gabinete de Rifai por su fracaso a la hora de acometer reformas políticas y económicas en el país.

El viernes pasado, miles de personas se manifestaron en Amán en una protesta que congregó a sindicatos y opositores.

La dimisión del Gobierno jordano tiene lugar mientras se suceden las protestas en Egipto contra el régimen del presidente Hosni Mubarak y después del derrocamiento en Túnez del jefe de Estado Zine Abidine Ben Alí.

El gobierno indio manifestó su deseo de que la situación se resuelva de manera pacífica. En un comunicado, el ministerio indio de Asuntos Exteriores dijo que el Gobierno del gigante asiático «sigue de cerca las protestas masivas en Egipto», las cuales calificó de «articulación de las aspiraciones del pueblo por una reforma».

El Ministerio subrayó además que la India desea que el país norteafricano continúe siendo «una nación fuerte y estable que contribuya a la paz y prosperidad de la región».

EFE

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