Los medios reportan que en las últimas horas se produjo la muerte de tres personas, dos en la localidad turística de Rurrenabaque (Beni) y una en Quillacollo (Cochabamba), con lo que el número de fallecidos se calcula en alrededor de medio centenar.
Las inundaciones han afectado a más de 9.500 familias y provocado desde enero alrededor de medio centenar de muertos en Bolivia, donde este jueves ministros y otros funcionarios del gobierno trasladaron alimentos a varias zonas inundadas.
El viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco, informó a los medios locales que ese es el número de familias damnificadas por el fenómeno climático de La Niña, principalmente en los departamentos de Cochabamba (centro), La Paz (oeste), Chuquisaca (sur) y Beni (este).
Además de esas regiones, las lluvias también provocaron problemas en Oruro (oeste), Santa Cruz (este) y Tarija (sur), donde varias carreteras, algunas troncales, quedaron dañadas e intransitables.
Los medios reportan que en las últimas horas se produjo la muerte de tres personas, dos en la localidad turística de Rurrenabaque (Beni) y una en Quillacollo (Cochabamba), con lo que el número de fallecidos se calcula en alrededor de medio centenar.
La mayor cantidad de víctimas, 34, murió en una riada que se llevó un autobús con pasajeros y un camión a fines de enero en el Chuquisaca.
El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, declaró hoy a los periodistas que el Gobierno está «preocupado» por las «tremendas inundaciones», por lo que ministros y gobernadores viajaron con alimentos y vituallas para repartir a las poblaciones más afectadas.
Dijo que el Ejecutivo está trabajando con recursos propios para dar atención humanitaria y realizar labores de rescate, pero si fuera necesario se hará una solicitud de ayuda externa.
El Gobierno del presidente Evo Morales decretó esta semana la «emergencia nacional» por las lluvias e inundaciones y anunció que destinará 20 millones de dólares para ayuda y reparación de daños.
