Los 14 soldados fueron arrestados el viernes de madrugada cerca de la localidad boliviana de Huayllas, en inmediaciones del Salar de Coipasa, en dos automóviles de matrícula chilena que fueron abandonados en territorio boliviano y eran trasladados al pueblo de Pisiga, según el Gobierno de La Paz.
El Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, anunció este domingo que enviará un avión a Chile para recoger a los 14 militares detenidos en ese país porque confía en que serán liberados por la justicia chilena, que analiza su caso.
La ministra de Defensa, Cecilia Chacón, declaró a los medios que los militares comparecerán hoy en una audiencia en la que, en su criterio, se decidirá la libertad de los militares detenidos desde la madrugada del viernes al haber supuestamente pasado la frontera.
Chacón dijo que los fiscales chilenos constataron que quienes denunciaron a los militares por supuesto robo de autos no pudieron sostener su acusación, lo cual permitirá que «al no haber sustento de la denuncia van a poner en libertad» a los soldados.
«La audiencia de hoy es para llevar adelante esto y esperamos nosotros trasladar un avión el día de hoy para recoger a nuestros soldados y traerlos de vuelta al territorio nacional el día de hoy», enfatizó la ministra Chacón a los medios bolivianos.
Los 14 militares fueron arrestados el viernes de madrugada cerca de la localidad boliviana de Huayllas, en inmediaciones del Salar de Coipasa, en dos automóviles de matrícula chilena que fueron abandonados en territorio boliviano y eran trasladados al pueblo de Pisiga, según el Gobierno de La Paz.
La captura de los militares bolivianos armados provocó una queja formal de la Cancillería de Santiago, a la que Bolivia respondió el sábado con la explicación de que los militares cumplían funciones en la lucha contra el contrabando de vehículos.
Las autoridades de La Paz también han explicado que era probable que la patrulla militar boliviana hubiera sobrepasado la frontera porque se trata de una zona donde «no existe claridad en los límites fronterizos», cerca del Salar de Coipasa.
El incidente de los militares surgió en momentos en que en Bolivia se aplica una norma del presidente Morales para legalizar decenas de miles de vehículos que entraron de contrabando al país, buena parte de ellos robados en países limítrofes.
Los gobiernos vecinos enviaron a la Aduana boliviana documentación sobre centenares de autos robados en sus territorios ante el riesgo de que muchos de ellos sean legalizados con el plan de Morales.
