«El Ejército no debe atacar a ciudadanos y civiles», sostuvo el enviado especial de la organización para el Sur del Mediterráneo.
El enviado especial de la Unión Europea (UE) para el Sur del Mediterráneo, Bernardino León, consideró hoy que el derramamiento de sangre en Siria «supera lo aceptable» y abrió la puerta a nuevas sanciones de la comunidad internacional.
En una rueda de prensa en El Cairo tras la reunión entre León y el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, el mandatario europeo expresó el «rechazo rotundo» de la UE a los sucesos en Siria.
«Lo que ocurre supera todo lo aceptable para la comunidad internacional, porque atacar a los ciudadanos es un asunto grave. El Ejército no debe atacar a ciudadanos y civiles», manifestó León, quien aseguró que la UE y la Liga Árabe examinaron la posibilidad de adoptar nuevas sanciones contra Damasco.
El enviado especial de la UE confió en que el presidente sirio, «Bachar al Asad, escuche a la comunidad internacional, detenga los actos de barbarie que ocurren en Siria y comience el proceso de transición que debería haber en el país».
Durante la reunión, ambos mandatarios trataron asuntos de interés común para la Unión Europea y la Liga Árabe y abordaron la situación que atraviesan los países del sur del Mediterráneo y el papel de Europa en este periodo histórico.
León calificó las conversaciones de «fructíferas» y expresó su intención de impulsar el diálogo, la cooperación y las relaciones económicas entre la UE y los países del sur del Mediterráneo.
Por su parte, Al Arabi, expresó su pesimismo por los acontecimientos en Siria y lamentó los límites del sistema internacional actual para intervenir en una situación que calificó de «complicada».
El secretario general de la Liga Árabe recordó que el tratamiento que está haciendo el organismo que preside -y del que también forma parte Siria- de esta crisis está de acuerdo con las leyes.
Al Arabi dudó de la utilidad del comunicado del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Siria el pasado 3 de agosto que condenaba los métodos del régimen de Al Asad para reprimir a la oposición.
La Liga Árabe exigió ayer a Siria que cese el derramamiento de sangre y su secretario general aconsejó hoy esperar la reacción del régimen sirio a la posición de la organización panárabe.
«Veamos cómo se presenta la situación después de que la Liga Árabe haya definido su postura», declaró Al Arabi, antes de agregar que es improbable que la Liga Árabe acabe emprendiendo una guerra contra uno de sus estados miembro.
Bernardino León llegó ayer a El Cairo para reunirse con varios ministros egipcios y miembros de la sociedad civil del país para conocer de cerca cómo se está llevando a cabo el proceso de transición de Egipto hacia la democracia después de la renuncia al poder del presidente Hosni Mubarak.
Estas reuniones se han celebrado a puerta cerrada, aunque mañana León ofrecerá una rueda de prensa para hacer públicas sus impresiones tras los encuentros.
