Desde que comenzaran las protestas en marzo pasado, la represión siria se ha cobrado la vida de al menos 2.700 personas, de los que un centenar eran niños, según las últimas cifras ofrecidas por la ONU.
Al menos seis personas fallecieron este lunes en el norte y centro de Siria, donde grupos opositores denunciaron la desaparición de una veintena de personas y los bombardeos de las fuerzas del régimen en la ciudad de Al Quseir.
El activista de los llamados Comités de Coordinación Local Hozam Ibrahim informó de la muerte de dos personas la provincia central de Homs, entre las que está Mohamad Ali Aquiel, profesor de arquitectura en la universidad de Al Baaz.
Por su parte, el Observatorio sirio de Derechos Humanos agregó que cuatro soldados fueron perseguidos y finalmente asesinados en la provincia de Idleb, en el norte del país, tras haber huido del campamento en el que se encontraban.
Además, los cadáveres de cuatro miembros de una misma familia que murieron por torturas fueron entregados hoy en la provincia de Hama, también en el centro del país.
El portavoz de los Comités destacó que al menos veinte personas desaparecieron en la ciudad de Al Quseir (Homs), la cual está siendo atacada por las fuerzas sirias con bombas y disparos.
Allí continúan las manifestaciones contra el presidente sirio, Bachar al Asad, al igual que en otras localidades como Nemer, en la provincia meridional de Deraa.
En Idleb y Alepo, en el norte de Siria, las fuerzas de seguridad se han desplegado mientras que en Rastan, en el centro, reina una calma relativa después de que el Ejército entrara en la ciudad.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones que las autoridades sirias han impuesto a los periodistas para trabajar.
Desde que comenzaran las protestas en marzo pasado, la represión siria se ha cobrado la vida de al menos 2.700 personas, de los que un centenar eran niños, según las últimas cifras ofrecidas por la ONU.
